Santorini es un pequeño archipiélago circular formado por islas volcánicas, localizado en el sur del mar Egeo, unos 200 km al sureste del territorio continental griego. Forma el grupo de islas más meridional de las Cícladas.
Es el centro volcánico más activo del arco volcánico del sur del Egeo, si bien lo que hoy en día queda es realmente una caldera inundada. En la isla tuvo lugar una de las mayores erupciones volcánicas de la historia, así que muchos investigadores sostienen que la erupción podría ser la inspiración principal de la leyenda de la Atlántida. Si decidís ir a investigarlo un buen hotel para alojarse es Perivolas Hideaway.
La espectacular casa cueva que nos ofrecen no tiene nada más que lo indipensable ¡ni falta que le hace!. Ni un cuadro colgado en las paredes, apenas unas alacenas excavadas en los muro y encaladas como el resto de los interiores.
Accedemos a la casa por un porche, directamente desde el mar, y encontramos una construcción muy típica de la zona, con piedra autóctona de diferentes colores, pero donde prima la piedra color rojiza, que nos introduce a través de un vano con forma de arco en la vivienda excavada en la roca volcánica, que es en realidad una cueva.
Apenas un par de habitaciones, muy luminosas desde donde se divisa el mar, en la parte interior se ha aprovechado para hacer los cuartos de baño. No tiene ninguna puerta , aparte de la de los cuartos de baño, la vivienda está llena de recovecos a los que se accede por una serie de continuos arcos.
Un pequeño salón con piscina interior en la parte más interior de la cueva donde sendos tragaluces solucionan el problema de la luz natural. La luz artificial sestá colocada en antiguas hornacinas, que recuerdan las tradicionales de las catacumbas, excavadas en el muro, un poco bajas para que las corrientes no apagase las velas. Aquí, al ser eléctrica no hay problema de apagones, pero sí de alturas, así que las luces están bajas, creando un ambiente muy cálido.
Al igual que el resto de la cueva, el dormitorio está totalmente encalado y unos graciosos ventanales redondeados con marcos de madera que más que enmarcar las ventanas, enmarcan el espectacular paisaje del Mar Egeo, haciendo innecesaria ningún otro tipo de decoración (que sería complicada por la forma desigual de los muros).
Los textiles tienen exactamente el mismo tono blanco del resto de la estancia, aquí la nota de color la pone el intenso azul del mar.
Un agradable rincón de lectura o meditación en uno de los ventanales, con un colchoneta y grandes almohadones a moda de chaise long, sobre el suelo, como demostración de que, una vez más, menos es más.
Y ¿qué mejor manera de relajarse y darse un maravilloso baño de sol que en la espectacular terraza que está sobre la cueva? La vista espectacular de la caldera de Santorini será lo que veas al abrir los ojos.
¿Vamos a Santorini en busca de la Atlántida perdida?
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