El estudio Elia Felices ha sido el encargado de transformar una antigua finca catalogada, en el nuevo restaurante Viu by Tapiñas, en Terrassa. El edificio, de dos plantas, cuenta con una zona de cafetería y bar en el acceso, salones en el mismo nivel con una terraza interior y una exterior que da a la avenida principal, y una habitación de juegos.
El espacio está compuesto por zonas con características arquitectónicas muy diferentes entre sí. Para diseñar todo con un mismo lenguaje los interioristas se han inspirado en el nombre del restaurante: Viu, que en catalán significa Vivo, y se han elegido como protagonistas esenciales en el discurso visual, la presencia de vegetación y de la madera.
Entendiendo la importancia de dar visibilidad de la cafetería-bar a los viandantes, desde el exterior se entrevé el colorido de un mural con piezas inspirado en un fantasioso jardín. Sobre una pared curva el paso se hace agradable con amplios escalones que invitan a entrar a la cafetería. El mural está realizado con platos de La Cartuja de Sevilla que figuran ser la corola de las flores, distribuidos a diferentes alturas y distancias, acompañados de un entramado de piezas en 3D que generan distintos planos volumétricos y geometrías, configurando una composición visualmente muy armónica.
En la zona de Cafetería-bar se han empleado materiales y texturas que aportan un aire exclusivo. Las paredes y barra en L están aplacadas con porcelánicos de gran formato en Negro Marquina y mármol blanco de Matimex, con un espesor mínimo de 6 mm que ha permitido realizar encuentros limpios y cuidados.
Se ha decido emplear el mismo acabado en diversas superficies horizontales y verticales, tanto en muros como en puertas, homogeneizando el paramento vertical y generando una percepción lujosa y minimalista al abrir y cruzar puertas, y en las propias encimeras de los baños, para finalmente obtener una imagen uniforme y refinada a modo de total look.
Contribuyendo a generar un ambiente acogedor, la madera toma presencia en diferentes superficies y elementos del mobiliario a medida, como el botellero, el arrimadero y especialmente en la librería, que toma protagonismo en el salón principal del restaurante. Mesas y sillas de diversa materialidad, tonalidad y tipología, se distribuyen en el espacio de forma aparentemente aleatoria y amena. Una serie de franjas de listones aportan ritmo y carácter al proyecto.
El color negro, junto a los materiales nobles, aporta elegancia al espacio haciéndose visible desde distintos detalles y piezas como las luminarias, los taburetes o las repisas en negro que se encargan de sostener la vegetación.
Un punto de partida para abordar el proyecto de rehabilitación, fue remitirse a la esencia original de la finca y a su primer uso, doméstico y noble, ya que había sido residencia del alcalde de la ciudad. Para contribuir a una sensación hogareña, las estanterías y alacenas se attrezan con jarrones, platos y figuras decorativas. Y en los comedores se sitúan grandes sofás a medida realizados con tela de la firma Gancedo, acompañados de cojines en diversos colores y tamaños.
Se ha empleado el tono taupe de Valentine sobre paredes y carpinterías en distintas intensidades combinándose con grandes murales de la firma Coordonné ilustrados con hojas de palmera. Esta idea se refuerza con la cuantiosa vegetación de distintas especies que rodea los comedores y que aportan ese aspecto vivaz que se busca para el restaurante. Los mecanismos elegidos fueron el modelo Detail 82 de Simon ya que se su perfil en gris se adaptaba muy bien al color de los paramentos.
La iluminación se convirtió en un reto debido a la dificultad para crear nuevos puntos de luz en la finca catalogada. Focos, apliques de pared y lámparas de techo de cristal transparente son los encargados de alumbrar las salas con estilo. Una imponente lámpara de tres metros de caída se dispone en el hueco de la gran escalera de aspecto señorial.
La terraza exterior continúa con el mismo lenguaje que el resto del Viu by tapiñas: pavimento de madera, mobiliario metálico en negro mate y jardineras del mismo color que aíslan del ajetreado entorno que lo rodea. Los parasoles son personalizados con hojas pintadas en acuarela y nos trasladan a un jardín en el centro de la ciudad de Terrassa. Una pasada el resultado de la rehabilitación, ¿no os parece?
Más información | Viu by Tapiñas
Fotos | Rafael Vargas
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