La semana pasada estuve de vacaciones en París, algunos tal vez ya habréis visto algunas de las fotos en mis redes sociales, pero la mayoría de las imágenes del hotel me las he reservado para Decoesfera. También os cuento buena parte de mis experiencias de estos días hoy en Trendencias Lifestyle, pero aquí lo que nos interesa es la decoración, así que vamos a centrarnos en el alojamiento.
Por recomendación de Viola de Lesseps, compañera de Poprosa, el hotel elegido fue el Maxim Folies. Bien situado en el distrito 9, zona de Ópera, con buen precio y muy estiloso en lo que a decoración se refiere. Tiene varios tipos de habitaciones, pero yo confieso que cogí una de las más baratas para ajustar presupuesto... La habitación era pequeña pero estaba muy bien decorada y el hotel está lleno de detalles de tendencia. ¡Vamos a verlo!
Empezamos por la entrada. La fachada del hotel es sencilla pero el color negro hace que resulte muy elegante, el Folies Bergere al fondo de la calle ayuda mucho a llenar de encanto el conjunto, eso es así, y las bicis para alquilar justo en la puerta también son un puntazo. Es decir, todo ayuda a que ya entres en el hotel con buena predisposición para que todo te guste.
La recepción no es muy grande pero cuenta con varios ambientes bien diferenciados. El mostrador está decorado al fondo con formas y espejos, la iluminación es perfecta con las bombillas a la vista y hay un enorme Mac para uso y disfrute de los clientes con conexión a internet disponible las 24 horas.
Lo que más sorprende de la planta baja son sin duda los sillones columpio. Le dan al espacio mucha personalidad y ponen una nota de color con sus cojines. Ya los conocía, o iguales o muy parecidos los había visto en varios catálogos, pero nunca los había probado y he de decir que son súper cómodos. Tal vez incluso demasiado cómodos que te sientas y no te dan ganas de levantarte.
También hay maniquíes de costura que hacen un excelente guiño a la estrecha unión que la ciudad de París tiene con la moda, otro detalle que me ha encantado.
Los baños de recepción están en el sótano, llegar allí es toda una aventura decorativa porque el edificio es muy antiguo y parte de los muros de piedra están a la vista, con arcos incluidos... Lo malo es que la escalera tipo caracol es algo estrecha y no me daba una buena perspectiva para retratarlos.
Pero hasta la propia escalera tiene su encanto porque aunque está forrada con moqueta negra, se nota al pisar la madera antigua por debajo y uno siente la historia del edificio bajo sus pies. Los espejos en la zona de baño son un buen ejemplo del mimo y el estilo con el que está decorado todo.
Y aún me falta la zona de desayuno, que está decorada con sillas tipo eames y mesas de madera natural y tiene las letras de Petit Dejeuner (desayuno en francés) al fondo, en abreviatura y con un diseño precioso. La última foto no es decorativa, pero sí interesante si estáis pensando en alojaros en este hotel. El buffet del desayuno siempre es algo que se agradece en los viajes.
De la habitación no tengo fotos, porque no estuve rápida para hacerlas al llegar y después con toda la ropa, las maletas, las compras y demás por allí... como que no estaba para ver. Pero os comento que aunque era pequeña era muy de tendencia; con baño completo, el lavabo con unos focos monísimos, y los estantes y colgadores para la ropa a la vista sin puertas, camas amplias y cómodas y el cabecero alto y muy estiloso.
Resumiendo que el hotel Maxim Folies lo recomiendo totalmente si vais a viajar a París por su relación calidad precio, porque está bien situado y tiene mucho estilo y porque mi experiencia de alojamiento en él durante seis días fue muy agradable.
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