Hoy cambiamos radicalmente de estilo en nuestro especial hoteles bonitos y nos vamos a una acogedora casa rural en el noroeste de la península, donde yo vivo, o sea en Galicia. Casa de Trillo, de larga tradición histórica, se encuentra en Santa Mariña, pequeña aldea del municipio coruñés de Muxía, en un enclave privilegiado desde el que se pueden realizar atractivas rutas y a escasos kilómetros de las playas de la zona conocida como Costa da Morte (costa de la muerte).
La Casa de Trillo se encuentra ubicada en una amplia finca con jardín y huerta. Sus dueños han creado rincones con encanto en varias zonas, para que los huéspedes puedan deleitar sus sentidos en comunicación con la naturaleza. Es una casa para aquellos a quienes les guste el campo y que quieran huir del ruido de las grandes ciudades, para disfrutar de lo natural, también hay lugar para el entretenimiento y los juegos, la casa dispone de un parque infantil e incluso de un minigolf.
Es una casa de dos plantas, en la inferior hay dos habitaciones adaptadas y en la superior cuatro, dos de ellas con categoría especial, por disponer de unos servicios más amplios que las otras, y que incluyen, minibar, bañera hidromasaje y cama con dosel. El salón es amplio, con varios rincones para el ocio y el comedor, una de mis zonas favoritas, está instalado en un porche acristalado, eso permite disfrutar de la vista de la huerta y del exterior.
Se trata de una casa de campo restaurada y como tal la decoración es de estilo rústico, pero no falta detalle en lo que a comodidad y confort se refiere. A mi me encanta el ambiente de las casas de piedra, con fuertes vigas de madera a la vista en el techo, grandes puertas, techos altos, madera de castaño y un reloj de pie que nos mantiene al tanto del paso del tiempo, que en un entorno tan agradable parece detenerse.
La lareira o chimenea, que podéis ver sobre estas líneas, se enciende siempre en invierno y sin duda transmite el calor del hogar de antaño. En la zona donde está ubicada hay libros, juegos de mesa y una exposición de artesanía de la zona, que ayudarán a los visitantes a acercarse a la realidad y a la forma de vivir de las gentes de Costa da Morte. Por supuesto, por si alguien lo prefiere, también hay opción de televisión, vídeos o música, para el entretenimiento en la casa.
A los que vivimos en un piso pequeño y moderno, al menos a mi, nos encanta pasar tiempo en un ambiente diferente, en particular a mi, estos rincones con lareira me recuerdan a las felices tardes de niñez en la casa de mi aldea, por eso además del valor que tiene el espacio a nivel decorativo, para muchos es también fuente de buenas sensaciones y recuerdos.
Todos los dormitorios están decorados de forma diferente, en algunos la cama tiene dosel pero no en todos, el dosel se incorpora en los dormitorios de categoría superior y para mi gusto da al dormitorio un encanto especial. También me gustan mucho los colores elegidos para los complementos textiles, tonos claros en su mayoría, tanto para la ropa de cama, como para las cortinas y alfombras.
Predominio de la madera y la piedra como en toda la casa, aunque también hay cabeceros y otros complementos en forja que combinan a la perfección con el estilo rústico. En varias habitaciones podemos disfrutar de un estupendo rincón de lectura ubicado en la galería con vistas al campo, sin duda un lugar ideal para el relax y la meditación.
El comedor como ya os he dicho es uno de mis lugares favoritos, porque se ha ubicado en el porche acristalado y por lo tanto tiene unas vistas excelentes al exterior, además de contar con una maravillosa iluminación natural, se cuidan también los detalles a la hora de vestir las mesas, mantelería, vajilla, cubertería...
Un detalle que también me gusta es que las mesas y sillas no son todas iguales, algunas redondas, otras cuadradas, algunas sillas de madera, otras e fibras vegetales... Esa falta de homogeneidad, rompe la monotonía que suelen tener algunos comedores de hotel y hace que el ambiente resulte más casero y acogedor.
Si nos apetece disfrutar de un rato al aire libre, hay también rincones con encanto en el jardín y en la huerta, mesas y bancos de piedra, otro porche exterior, este abierto y con muebles de madera, todo acondicionado tanto para tomar algo, como para sentarse un rato a leer o simplemente disfrutar del paisaje.
En la huerta además hay un montón de árboles frutales, yo no quiero dar ideas, pero desde siempre en Galicia ha sido costumbre robar alguna que otra pieza de fruta, el sabor de esas manzanas no es comparable con el de las que se compran en el supermercado, y al fin y al cabo la gastronomía es además del ambiente, otro de los placeres que uno busca disfrutar en el lugar.
Como os comentaba antes, la estancia en Casa de Trillo también ofrece la oportunidad de conocer la artesanía de Costa da Morte, tanto por que la casa utiliza algunos de estos productos en la decoración, como por que incluso dispone de exposición y venta de los mismos.
Os dejo algunas otras fotos de la casa en la galería, tanto de los otros dormitorios que aquí no hemos visto, como de ambientes del interior y el exterior de la casa e incluso del minigolf, en ellas podéis ver como en toda la casa se mantiene el mismo estilo rústico y ambiente acogedor y relajante, especialmente adecuado para unos días de descanso en el campo.
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