Probablemente la mayoría de vosotros ya habréis oído hablar de La Ciudad de la Cultura de Galicia (Cidade da Cultura), un complejo arquitectónico de vanguardia, destinado a la cultura y al entretenimiento que está ubicado en la ciudad en la que yo vivo, Santiago de Compostela. Pues bien, a pesar de haberlo visto infinidad de veces desde la carretera, hasta esta semana no lo había visitado para recorrerlo a pie, pero el pasado martes estuve allí.
Supongo que ya habréis visto los edificios en imágenes en varias ocasiones, la construcción del complejo ha sido muy polémica por lo faraónico de la obra y se ha hablado largo y tendido de ella, polémicas a parte, ahora que ya casi está terminado, yo creo que ha merecido la pena, el conjunto de los seis edificios es impresionante, aunque por ahora solo se pueden visitar por dentro los dos primeros, la obra sigue avanzando a buen ritmo y pronto habrá más zonas accesibles al público.
El caso es que una de las cosas que más me gustó por dentro, fue la cafetería, en realidad los edificios por dentro tienen un estilo muy minimalista y poco tienen para comentar, pero la Cantina, que así se llama, es un diseño de Estudio Nómada, muy bien trabajado, que mezcla la decoración moderna con la tradición y que ha conseguido en su interior transmitir sensaciones y efectos muy curiosos.
Lo más curioso de la decoración y el mobiliario es lo bien que se han representado aspectos de la cultura tradicional gallega, en un estilo totalmente contemporáneo, como podéis ver en la foto sobre estas líneas, las mesas se disponen a lo lardo en paralelo y sobre ellas podemos ver una especie de bosque, en abstracto por supuesto, pero la idea queda bien clara.
En realidad esto simboliza las tradicionales romerías que desde siempre se han celebrado y que aún hoy en día se siguen celebrando en las fiestas de los pueblos, debajo de las carballeiras (robledales), en mesas dispuestas de la misma forma que estas y a la sombra de los árboles, la gente se sienta a compartir comida y bebida y en la Cantina la sensación es muy similar.
La barra alargada se ha decorado con cerámica en disposición geométrica, de muchos colores, rompe así con los tonos neutros y suaves que caracterizan la mayor parte de los edificios y le da un toque muy alegre, también esto es característico de la cultura tradicional en Galicia, la introducción del color de un modo desinhibido.
En las mesas y las sillas se ha combinado la madera clara al natural con el blanco de las superficies horizontales, la vajilla también es blanca, solo la barra rompe la suavidad del color, pero se ha conseguido un conjunto cálido y lleno de vida, tal vez no es lo mismo verlo en fotos, que sentarse en la mesa bajo el bosque abstracto, la sensación es realmente curiosa.
Aunque ya digo que por ahora solo se pueden visitar los dos primeros edificios, en los que están la Biblioteca y el Archivo de Galicia, junto al cual se encuentra ubicada la Cantina, merece la pena igualmente pasar por allí si tenéis ocasión. A nivel arquitectónico lo que más llama la atención son los tejados inclinados, algunos de ellos caminables y las vistas de la ciudad de Compostela no tienen desperdicio.
Por si alguno de vosotros aún no conoce el complejo, os dejo un vídeo en el que os explican un poco más a cerca de La Ciudad de la Cultura en si, su significado, la obra, los usos, como fue construida, etc.
Más información | Estudio Nómada
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