Desgraciadamente mi jefe no lee este blog y quizás sea por eso que la oficina en la que trabajo no se parece lo más mínimo a estas de Nicolas Tye Architects de nombre The Long Barn Studio.
Por eso, y por la falta de espacio y presupuesto, probablemente,... también es que trabajo con ganaderos y no con arquitectos y la deformación profesional se nota, pero en fin, trabajemos con los que trabajemos estaremos todos de acuerdo en que con unas oficinas como estas estoy segura de que a todo nos costaría menos volver a trabajar después de las vacaciones, algunos incluso estaríamos deseando que estas acabaran.
Las imágenes como os cuento pertenecen a The Long Barn Studio, diseñado por Nicolas Tye Architects para su uso, y en este caso también disfrute. Vamos a verlas poco a poco:
Lo primero que me gusta de ellas es la situación, nada de bloques de edificios, se encuentran en medio de la naturaleza, en un ambiente tranquilo, integrados en ella a la perfección gracias a las estructuras de madera que forman las paredes y con amplios ventanales que permiten en cualquier momento disfrutar del paisaje.
Sin embargo me temo que esto no debe gustar tanto a los trabajadores que trabajan en ellas ya que no hay nada más incómodo que trabajar lejos de todo, por ejemplo para quedar a desayunar con alguien que no trabaje en tu oficina, para pagar una factura o simplemente para desconectar un poco, aunque tiene sus pros como por ejemplo el hecho de que propicia la comunicación y la interacción en el ambiente de trabajo.
Quizás por eso, porque se encuentran muy lejos de todo y necesitan un poco de libertad dentro de la oficina, las zonas de trabajo son especialmente amplias, en común y distribuidas en una línea y dos frontales, pero lo suficientemente amplias para que cada uno tenga su propio espacio de trabajo sin verse limitado por el compañero a pesar de no existir separación física.
También cuentan con varias zonas en las que poder distraerse del trabajo, como una terraza, que podemos ver en las imágenes para disfrutar del aire libre, aunque tiene pinta de hacer bastante frío y varias zonzas con sillones en las que tomarse un café o simplemente sentarse a descansar.
No existe separación como tal, puertas o paredes, entre los diferentes despachos, sino que lo que podemos encontrar son pilares de madera, en cuyo interior podemos ver distribuidas las bibliotecas que forman una separación parcial entre ellos, permitiendo que nuestra vista viaje a través de toda la oficina, pero creando cierto grado de intimidad.
Respecto a la distribución la mayoría de las oficinas miran hacia el exterior por los grandes ventanales, otra forma de relajarse dentro de trabajo, aunque creo que con esas vistas, yo poco podría hacer.
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