Hace unos días, os mostramos cómo no debía ser un Belén minimalista. Aquella reducción excesiva de la escena del nacimiento me hizo pensar, y me di cuenta de que el minimalismo tiene un límite en el cual se convierte en inaccesible, salvo para su creador, claro está.
Para mi, el minimalismo es el arte de lo abstracto, conseguir sintetizar la verdadera esencia de las cosas con la máxima sencillez posible. Es algo muy difícil, pasa un poco como con el alcohol en Navidad; si te pasas, te lo pierdes.
Así que hoy os traigo lo que considero un buen Belén minimalista, donde las figuras se han creado a partir de formas geométricas sencillas, pero siguen siendo perfectamente reconocibles. Los colores también ayudan en esta labor y, de paso, alegran el nacimiento. Además el detalle de la paja natural le da un toque muy especial.
Si os gusta, podéis comprarlo por unos 50 euros al cambio en Fjorn.
Vía | Retro to Go Más información | Fjorn En Decoesfera | Una buena idea: un árbol de Navidad minimalista
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