En otra ocasión publiqué un post sobre el "síndrome Ikea" que provoca que todas las casas acaben pareciéndose cuando los muebles se compran en la famosa multinacional sueca. Pues bien, después de visitar el espacio Ikea de Casa Decor 2011 estoy dispuesta a retirar mis palabras. Este loft de 60 metros cuadrados, decorado por Lorenzo Meazza, Gian Luca Simbula y Nerea Olazguirre, está lleno de sorpresas hasta tal punto que nos hacen olvidarnos que estamos ante un ambiente decorado por una de las marcas que más muebles vende en el mundo.
Lo primero que vemos cuando entramos en el espacio de Ikea es la cocina, a través de una barra. Encima de la barra tenemos un montón de cuadros con bonitas frases escritas en ellos y que probablemente sea muy fácil de imitar si vosotros queréis hacer lo mismo en vuestra casa. Cada uno de los cuadros tiene un estilo diferente de letra y tamaños distintos, pero la unidad la da que todos los marcos son blancos, como podéis ver en la galería.
La cocina, que tenéis sobre estas líneas, es totalmente blanca y está aprovechada al milímetro para no desperdiciar ni un solo espacio. De nuevo vemos la tendencia de los muebles lacados en blanco, a la que yo auguro un montón de años. Tal vez la cocina es la parte de este espacio que tiene más tintes nórdicos, a los que nos tiene tan acostumbrados la multinacional sueca porque el resto del espacio tiene una inspiración europea de lo más elegante.
De esta cocina destacaría el espacio del fondo, aprovechado como centro de reciclaje y como bodega, con los elementos típicos de Ikea que hacen que todo esté en su sitio correcto. Tal vez en este hueco yo no habría puesto tantas plantas ni naturales ni artificiales, y habría usado ese espacio para poner utensilios de cocina.
Sin solución de continuidad pasamos al salón, donde se demuestra la pericia de los decoradores que han sabido combinar el negro, el blanco, el gris y el rosa creando un espacio elegante y lleno de luminosidad. Lo primero que salta a la vista es lo bien que se aprovechan aquí los techos altos con una sucesión de estanterías hasta arriba del todo. En el mueble, de color negro, se han puesto elementos blancos que le restan dramatismo y se han incluido luces que aportan luminosidad a la estancia.
Justo enfrente del mueble tenemos la zona de comedor que se ha resuelto con elegancia y sin alardes. Una mesa con cuatro sillas nos invita a largas veladas cerca de la ventana. En mi opinión, es posible que estos elementos interrumpan el paso de las personas por situarse en uno de los pasillos naturales de este espacio aunque creo que la ubicación de la mesa es bastante buena sobre todo con respecto a la cocina, a la que se accede con pocos pasos.
Separado mediante un par de cortinas damos paso al dormitorio, en el que puede haber intimidad si estas se corren pero que si no se desea queda a la vista de las visitas, con la separación arquitectónica de un par de escalones. Podríamos pensar en él como en una evolución del salón, ya que continuamos viendo los mismos colores: rosa, blanco, negro y gris aunque el estilo de muebles cambia para adaptarse a las necesidades de la estancia.
Observad cómo de nuevo aquí se ha aprovechado hasta el último milímetro con los armarios altos y con el baño oculto detrás del cabecero, aunque no se aprecia bien en la imagen. Prescindiendo de las puertas han logrado un espacio fluido que transmite orden y en el que yo diría que no se puede aprovechar más. Vaya, que no me importaría nada quedarme a vivir en un piso así.
Este es uno de los espacios de Casa Decor 2011 que más me ha gustado, ya que supone una manera de desmarcarse de los tópicos asociados a Ikea, sin perder la identidad de la marca sueca pero con nuevas ideas que seguro que les depararán un futuro de lo más luminoso.
En Decoesfera | Casa Decor Madrid 2011
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