Las he probado ayer en la noche de San Juan y me han parecido ideales, nos hemos juntado un grupo grande de gente para comer en un jardín que no es demasiado amplio y que habitualmente solo utiliza una familia, y hemos necesitado dos mesas a mayores para poder sentarnos todos con comodidad, las que hemos utilizado son plegables en forma de maleta, ocupan muy poco cerradas y son firmes y cómodas.
A veces las mesas plegables tienen el problema de que al abrirlas no son muy estables, hay que tener cuidado porque si la mesa se llega a cerrar sin querer tendríamos un grave problema, tampoco es agradable que cojeen y estas han resultado perfectas, fáciles de abrir y cerrar y muy cómodas para transportar, porque al cerrarse como maleta tienen asa en la parte superior para agarrarlas.
Cierto que no son una gran belleza a nivel decorativo, la superficie superior en blanco las hay con patas en varios colores, blanco, negro o gris, pero eso se soluciona con un bonito mantel, alegre en colores ahora que estamos en verano. Lo importante en este caso es poder disponer de una mesa extra en un momento dado, pero que no ocupe espacio cuando la estamos utilizando.
Una vez cerrada queda tan plana que se puede colocar detrás de cualquier otro mueble, apoyada en la pared o incluso debajo de una cama o un sofá, sea donde sea no estorba en absoluto, para los que dispongáis de un pequeño jardín o una terraza, puede ser de gran ayuda de cara a la celebración de cenas y comidas ahora en verano.
Imagen Vía | Aranaz En Decoesfera | ¿Qué mesa elijo para el jardín?
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