La primavera es la época para poner a punto la piscina de cara al verano, tal vez algunos ya habréis disfrutado en estos días de los primeros chapuzones, otros estaréis todavía pendientes de preparar la piscina. España es el segundo parque de piscinas más importante de Europa y, desde Abrisud, empresa líder en cubiertas de piscina, ofrece cada año sus consejos para llevar a cabo de forma correcta el inicio de temporada.
La limpieza prearranque o el control del pH están entre los aspectos más destacados a tener en cuenta, pero hay otros detalles que también conviene revisar si queremos evitar problemas con nuestra piscina en los próximos meses. Veamos como debe ser un perfecto paso a paso.
Vaciado.
Si se ha llevado a cabo un buen mantenimiento el agua del vaso puede mantenerse de 4 a 6 temporadas. Esto depende también de la procedencia del agua: durará menos si procede de un pozo y más si se trata de agua de la sierra o previamente tratada. En cualquier caso lo importante es medir la saturación del ácido isocianúrico. Si el nivel está por encima de los 75 ppm habrá que renovarla, para cumplir la normativa vigente.
Limpieza pre-arranque.
Una buena indicación para saber si ya es el momento de realizar la limpieza de pre-arranque de la piscina es medir la temperatura del agua. En cuanto alcance los 15ºC, aproximadamente, ya es buen momento para comenzar la puesta a punto.
Lo primero que hay que hacer es comprobar el estado general de la piscina y seguir los siguientes pasos: * Verificar el estado de las boquillas de retorno. * Comprobar que los sumideros del fondo de la piscina no están bloqueados. * Comprobar el estado de las puertas de los skimmers, los cestos y las tapas. * Verificar el funcionamiento del limpiafondos y de las luces subacuáticas. * Limpiar el vaso, comenzando por los pasillos, canales y rejillas con producto bactericida/fungicida y continuar con los skimmers y filtros.
Nivel del agua.
Si se ha realizado un invernaje para zonas frías, con el agua por debajo de los skimmers, es el momento de rellenar la piscina hasta cubrirlos por encima de sus tres cuartas partes. Una vez alcanzado el nivel adecuado y, en función del tipo de vaso, hay que realizar un lavado de arenas en el filtro y en los circuitos de aspiración y un posterior enjuague, a circuito cerrado.
Control del pH
Una vez esté la piscina llena es necesario volver a revisar el pH, antes de proceder al tratamiento de choque. Este paso es importante para que la efectividad del tratamiento sea óptima. En caso necesario, se usará producto regulador de la acidez.
Control periódico.
Una vez comenzada la época de baño tan sólo habrá que realizar comprobaciones periódicas para confirmar que el agua mantiene una calidad óptima. Hay que controlar niveles óptimos de pH, temperatura, desinfectante y alcalinidad. En caso que el agua de la piscina no se encuentre entre los baremos adecuados, habrá que aplicar las medidas correctoras pertinentes en cada caso.
Así de sencillas son las cinco claves para tener en verano una piscina perfecta. Sencillas pero que debemos respetar si queremos disfrutar del baño con total tranquilidad y en unas condiciones ideales.
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