Seguro que muchos ya estáis dándole los últimos toques a la decoración del jardín, y si tenéis piscina, también estoy convencido de que hay al menos un elemento que no os convence del todo: la ducha, porque no suelen ser especialmente bonitas.
Cascade es la ducha de exteriores perfecta para un jardín minimalista, no sólo por su diseño sencillo y atractivo, con ese chorro de agua lineal que parece la caída de una cascada --de ahí el nombre-- sino porque además es práctica, pudiendo moverla allá donde la necesitemos.
La ducha Cascade está construida en una combinación de hierro galvanizado, un material que tiene mucho encanto a pesar de lo desterrado que está, y una base de madera antideslizante tratada para soportar la humedad. La instalación es sencilla, pues solo hay que enchufarla a una toma de agua, y el mantenimiento mínimo.
La única pega que podemos encontrarle a esta preciosa ducha de exteriores es su precio, 595 euros más gastos de envío, pero es que nadie dijo que tener un jardín o una piscina minimalista fuera barato.
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