En principio puede parecer un poco absurdo el que una misma lámpara pueda colocarse apoyada en superficie o colgando del techo según las circunstancias, y que la posición pueda cambiarse con facilidad, pero en realidad no lo es tanto. Por ejemplo en la mesa de trabajo a mi a veces me gusta iluminación baja directa al papel en el que estoy escribiendo y otras veces desde más arriba, de ahí que los flexos de escritorio tengan un brazo móvil y extensible desde siempre.
También en la sala, junto al sofá, si quieres leer necesitas una luz de más altura que alumbre el libro que estás leyendo, pero si estas simplemente relajado en la sala de estar, buscas una iluminación indirecta que puede salir de más abajo, por ejemplo de una lámpara apoyada en una mesa auxiliar, el caso es que hay lámparas que nos permiten disfrutar todas las opciones casi al mismo tiempo.
Conste que el diseño de estas no es que me encante, un cierto aire retro y esa mezcla de metal lacado con madera... yo creo que preferiría algo más moderno, soportes plásticos por ejemplo, termo resistentes, hoy en día con materiales de nueva generación se pueden conseguir diseños en mi opinión mas atractivos, pero lo importante es la idea.
Las lámparas tienen soporte y además con un mecanismo de polea se pueden colgar, elevar, bajar... así podemos colgar la lámpara del techo y dejarla libre, anclarla en un soporte de pared o colocarla sobre una mesa o directamente en el suelo, todas las posiciones y orientaciones para recibir la luz son posibles y esa flexibilidad es lo bueno de este invento.
Vía | Stilsucht