A través de la máxima simplicidad del círculo y de sutiles movimientos, la nueva colección Half, diseñada por Francesc Rifé para Milan Iluminación, nos muestra nuevas coreografías de la luz, bailando en el espacio y rotando sobre sí misma. Una interpretación emocional sincera de la luna planteada como aplique, pieza de suspensión, lámpara de pie y de mesa.
Half se convierte así en herramienta para narrar un viaje cósmico, proporcionando impresiones profundamente conmovedoras. Con ella podemos transitar por las líneas más emocionales del minimalismo adoptando un lenguaje sencillo, flexible, versátil, con un largo camino de posibilidades, alturas y posiciones. Desde la expresión más brillante de la Luna a la más oscura quedan reflejadas en un círculo perfecto que combina la translucidez del cristal con la opacidad del metal, procurando un vínculo constante entre la luz y el movimiento.
Cuando miramos a la Luna a veces podemos observar una pequeña parte de ella y otras veces se percibe completa. Parece cambiar a través de tiempo, pero estos cambios cíclicos son sólo el resultado de su movimiento y del reflejo de la luz del sol en su superficie. La colección Half rastrea la relación del individuo con el único satélite natural de la Tierra, explorando las fases lunares para intentar imitarlas y añadiendo un valor funcional a un símbolo tan preciado.
Simplicidad, elevación y funcionalidad. Half es una lámpara ajustable que en su versión de suspensión se puede mover hacia arriba y hacia abajo, o girarla de un lado a otro para cambiar los efectos místicos de su luz, y su intensidad. Una nueva experiencia en el espacio, donde el usuario controla cuidadosamente la interacción entre el brillo y la sombra. Su apariencia final depende del lugar que ocupe Half en el espacio del mismo modo que los cambios en la forma de la parte iluminada de la luna obedecen a su posición respecto a la Tierra y al sol.
Los diseños de Francesc Rifé revelan constantemente un diálogo entre materia y espacio. Half es otro buen ejemplo de ese equilibrio. En su versión de pie y de mesa son dos los elementos de la misma escultura que existen por separado pero interactúan, se trata de diferentes estructuras de acero que elevan la esfera y por sus características le facilitan la movilidad.
La versión de sobremesa se presenta también con base de mármol, dotando a la pieza de una gran personalidad. Con este material noble crea una composición provocativa, sorprendente en su simplicidad pero compleja en su convicción. El resultado es una intencionada tensión entre materiales, recreando conceptualmente una nueva representación de la luna en el espacio más que adorable.
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