Yo no soy amiga de celebrar San Valentín, pero sí de poner unas mesas bonitas. Cualquier menú, cualquier celebración y cualquier reunión ya sea de pareja o de amigos, son mejores con una mesa bien puesta, con interés y cariño.
Si pensáis que una mesa para San Valentín tiene que estar llena de corazones y cursiladas, no seré yo quien os contradiga, ahora, que antes prefiero que se abra la tierra y me trague, a que se me indigeste tanto pastel. He buscado mesas que nos digan algo, que nos impacten y que sirvan para todos los gustos.
Los manteles deben estar acorde con el resto de la decoración. Muchas veces tenemos preciosos manteles de hilo bordado, rematados con encajes o brocados que llevan tiempo en un cajón y nunca nos decidimos a utilizar, estas celebraciones son el momento adecuado.
A pesar de que me gustan mucho los manteles, tengo que reconocer que si tienes una mesa de madera bonita, es genial poder lucirla y podríamos decantarnos por unos mantelitos individuales, como estos que la decoradora Caitin Leffel nos recomienda, de hilo con vainica, con sus servilletas a juego. Si tu mesa está un poco ajada o no tiene un sobre lucible, una simple tela de color servirá para poner debajo de los individuales.
Una vajilla especial, quizá de almoneda o de herencia, que luego nos guardaremos mucho de meter en al lavavajillas para que no se estropee, le dará un toque vintage muy elegante. A veces estas vajillas nos llegan incompletas, ¡que no te importe!
Se pueden mezclar vajillas sin problemas, poner el plato llano de una, el sopero de otra y un bol de una tercera, siempre que se haga con gracia. Mirad el efecto desde lejos, porque es la típica cosa que puede quedar genial o un churro.
Normalmente hay que escoger entre candelabros con velas o centro floral, pero en esta ocasión lo mejor será tener los dos, ya que no seré yo quien rompa la tradición universal de cenar en San Valentín a la luz de las velas (y además es un ahorro energético enorme). Si tenéis las velas del mismo tono que los dibujos de la vajilla y las flores del centro el resultado será espectacular.
La cubertería es fundamental. Nada que mate más rápidamente la sofisticación de una mesa bien puesta como unos cubiertos feos o vulgares. Buscad una cubertería bonita, en las tiendas de decoración tenéis montones de modelos para elegir cada cual a su gusto. Si ni encontráis ni queréis gastar, un lazo atado cogiendo los tres cubiertos queda decorativo y original.
Ahora vamos con los bajoplatos y los platitos del pan. Personalmente me encantan, ya sean de colores, de de cristal, de plata, alpaca o derivados o incluso de rattan. Le dan a la mesa un toque de celebración.
Los platitos del pan con sus pañitos son decorativos e impedimos que las migas de pan se repartan por toda la mesa y que estén en contacto con el metal (si los platitos son de metal) ya que se suelen limpiar con productos químicos.
Por último, os dejo una clásica mesa de Valentine´s Day, para que no digáis que soy una sosa. Ustedes lo celebren bien
Imágenes | Delish, Free Home, Design by Gollum, Country Living, Crafty Love En Decoesfera | Corazones de papel para decorar en San Valentín