El revistero en el que hasta ahora guardabas tus documentos puede ser tu nueva estantería para todo, esa es la premisa de este DIY con el que convertimos un sencillo objeto de oficina en una bandeja esquinera muy práctica (y barata) para dejar cualquier cosa.
Para dejar las cartas y las llaves al entrar en casa, como una repisa en la que poner el móvil o como una mesilla o estantería en la que dejar pequeños objetos, ¡tú decides!
Las posibilidades son tantas como las formas de decorarla ¿y quién no tiene por casa un revistero de estos? (Y si por lo que sea no es lo tienes, ahí esta Ikea para sacarte de apuros). Lo puedes dejar de su color natural o pintarlo de los colores que quieras, decorarlo con washi tape... ¡lo que se te ocurra! Una vez pintado, solo tienes que atornillarlo en el sitio en el que quieras ponerlo y listo.
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