¡Adiós, agosto!¡Hola, septiembre! Sí, queridos lectores. Agosto da sus últimos coletazos, y septiembre asoma la patita, con el inicio del curso escolar y la vuelta a la rutina.
Si todavía tienes unos días de vacaciones ante de incorporarte al trabajo, igual es una buena idea aprovecharlos en poner a punto la casa y pintar las paredes antes de que llegue el frío, ya que así podrás ventilar la casa sin problemas y la pintura se secará antes.
Así que si estás decidido a darle un nuevo aire a tu hogar pintándolo, aquí tienes unos cuantos consejos para pintar las paredes y no morir en el intento.
Para empezar, elige los colores. Estudia cuáles son los colores de moda, y también, los colores que más se adaptan a tu hogar dependiendo del tamaño, la luminosidad... Por ejemplo, si la casa es pequeña, es mejor que apuestes por colores claros.
Calcula la superficie que vas a pintar, y elige el tipo de pintura: mate, satinada, brillo, monocapa...
Pon cinta protectora de papel o cinta de carrocero cubriendo marcos de puertas y ventanas, enchufes, rodapiés, interruptores, o en espacios como la línea de división de techo y pared.
Recoge alfombras, tapas las lámparas con plásticos, y mueve los muebles que te molesten para pintar, y tapa aquellos que no vas a poder mover por peso, porque no se pueden desmontar, o porque no tienes espacio para trasladarlos.
Prepara las paredes previamente si quieres conseguir un buen resultado. Suprime el gotelé, quita desconchones, cierra grietas con masilla, elimina los tornillos que pueda haber... ¡Déjala bien lisa antes de comenzar a pintar!
Cuando te vayas a poner a pintar, lee con cuidado las indicaciones que nos proporciona el fabricante. Lo primero, remover bien la pintura antes de comenzar a aplicarla.
Tendrás que dar dar al menos dos capas de pintura si quieres conseguir un buen resultado. En caso de que realices previamente la imprimación de las paredes (mejora la fijación de la pintura en la pared), o si pintas con pintura monocapa, con una capa bastará.
Fotografía: Pixabay