El verano es probablemente la época del año en la que acumulamos un mayor número de recuerdos que nos gusta conservar. Fotos de las vacaciones, entradas de conciertos, planos de ciudades que hemos visitado, tarjetas o trípticos de exposiciones y museos... Vale, lo confieso, yo soy de las que guardan todo ese tipo de cosas en cajas de recuerdos y mucho más.
Pero algunos de esos recuerdos, los más especiales, nos puede gustar tenerlos a la vista cuando llegue el invierno en una pared de recuerdos que podremos crear de forma sencilla con pinzas y unas cintas o hilos. Para que este proyecto DIY nos quede más original y para que las pinzas destaquen más sobre la pared, podemos pintarlas previamente y después podemos colgar en ellas todo aquello que nos guste.
El hilo que elijas puede ser del mismo color que las pinzas, en este caso había una tubería en esa zona de la pared y los hilos se han colgado desde ahí con las pinzas atadas, pero si no hay tubería podemos colocar un trozo de madera a cierta altura para colgar los hilos desde él. Aquí el color elegido ha sido el negro, pero podría ser cualquier otro de nuestra elección.
Las pinzas se pintan fácilmente con pintura en spray, se dejan secar bien antes de colgarlas para que no manchen la pared ni los recuerdos y una vez colocadas nuestra pared de recuerdos ya estará lista. Además podemos ir actualizando con frecuencia, cambiando algunos de los viejos recuerdos por otros más nuevos o en función de la temporada y nuestro estado de ánimo.
Vía | Bolig Magasinet
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