Cuánto nos gustan a todos esas maravillosas chimeneas de las casas americanas que lucen sus mejores adornos por Navidad. Soñamos con colgar las guirnaldas, encender las velas, o colocar una y otra vez los adornos sobre la repisa, que ellos llaman mantel, en busca de la mejor composición decorativa.
Lamentablemente el común de los mortales españoles no contamos en nuestra casa con nada parecido ... o sí, porque un cubrerradiador convenientemente transformado puede llegar a hacer sus mismas funciones, sin necesidad de tiro ni inconvenientes de cenizas, pero con toda su belleza estética.
La idea la vi en uno de los programas de Hogar Útil el año pasado pero, no sé muy bien por qué razon, al final no pude compartirla con vosotros en el momento adecuado. Así que ahora sí, aquí está, que aún estamos a tiempo de tener nuestra propia chimenea para esta Navidad.
Como podemos observar en las imágenes bajo estas líneas el proceso es muy sencillo. Para empezar necesitaremos un cubrerradiador viejo, que si no tenemos podemos comprar en cualquier chamarilero o sitio web de segunda mano a muy buen precio, sierra, lija, rodillo y esmalte laca del color elegido.
Primero nos desprendemos de la vieja rejilla y luego cortamos el zócalo inferior con ayuda de la sierra. Después sólo nos quedará lijarlo bien, limpiarlo y aplicar con rodillo el esmalte laca que más nos guste, en el caso que vemos ha sido blanco, pero todo dependerá del ambiente en el que vaya a estar nuestra nueva chimenea.
Una vez seca y colocada en su nueva ubicación ya podemos decorar su interior con velas a diferentes alturas y jugar a colocar en su repisa todas esas cosas que habíamos soñado.
Cuando pasen las fiestas o nos cansemos no tendremos problema para retirarla, pero yo creo que nos va a quedar tan bonita que la dejaremos ahí, cambiando su decoración a medida que se suceden los días y las estaciones.
Más información | Hogar Ütil En Decoesfera | Decoración navideña para la chimenea
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