En mi época de estudiante, viví en varios pisos de alquiler, la mayoría de ellos muy antiguos y bastante deteriorados, lo que me encantaba era que los dueños siempre nos dejaban a mi y a mis compañeras, que los pintásemos y los decorásemos a nuestro gusto y cada año podíamos elegir colores diferentes para cada pared… Lo hacíamos todo nosotras mismas, era genial.
Lo que siempre me fastidió era el tema del suelo, estos pisos tenían el parqué muy deteriorado y la única manera de disimular un poco era tapando con alfombras, porque colocar un revistimiento de otro tipo suele ser bastante complicado. Que pena no haber conocido en aquel momento este invento de Tarkett, en realidad es probable que entonces aún no existiese, se trata de suelo que se vende en cajas y es autoadhesivo, uno corta trozos al tamaño deseado y los va pegando sobre el suelo anterior.
Obviamente para que esto quede bien, el suelo anterior debe estar bastante liso y bien limpio, por varios motivos, uno, para que el nuevo suelo tenga un acabado también liso y sin imperfecciones, otra para que la cola agarre bien y el suelo no se despegue. De entrada parece muy cómodo y sencillo, pero claro, habría que verse en la faena para averiguar que inconvenientes pueden surgir, que seguro que los hay.
Vía | Muuuz
Más información | Tarkett
En Decoesfera | Diseña tu propio suelo con Flor
Ver 3 comentarios