Decorar con flores es una de las prácticas más utilizadas en el interior del hogar. Además de ser un elemento decorativo y llenar de vitalidad todo tipo de ambientes, destacan por su capacidad de perfumar la estancia que elijas para decorarla.
Si colocas flores en las habitaciones, puedes jugar a combinarlas con otros objetos que se encuentren en las mismas. Éstos pueden ser los cojines, lámparas, cortinas... Colocando flores en un centro de mesa, en el alero de la ventana o en diferentes jarrones te ayudarán a crear la atmósfera adecuada para cada rincón.
Los establecimientos dedicados a la venta de adornos florales te ofrecen multitud de composiciones para que elijas las más acordes con la estancia que quieres decorar. Además, las flores y plantas mejoran nuestro estado de ánimo por el colorido y las propiedades naturales que aportan. Los beneficios que reportan estas plantas son totalmente necesarios para nuestra salud, ya que nuestra calidad de vida aumenta de una forma natural.
Las flores de pie son perfectas para los rincones de la habitación. También se pueden emplear para llamar la atención sobre un mueble no demasiado llamativo. Para ello, utiliza flores de tallos largos y hojas grandes.
Las paredes de tu casa son un lugar perfecto para colocar artículos que se integren con gran facilidad en la decoración general de una estancia. Por ejemplo, dos pequeños ramos de cualquier especie con soportes, resultarán perfectos para esa esquina o rincón vacío que tenías abandonado.
Si decoramos con flores, dejamos el protagonismo en manos de los colores. Deberíamos elegirlo siempre de acuerdo con el mobiliario, la pintura de las paredes o las tapicerías para armonizar el conjunto de la estancia.
En definitiva, si queremos dar un toque natural, colorido y armonioso a nuestro hogar las flores son la solución ideal.
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