La semana pasada, el equipo de Decoesfera fue invitado a una presentación en la misma casa de los electrodomésticos Philips. Allí, pudimos ver muchas novedades decorativas que os iremos contando poco a poco como siempre. Quiero empezar por la televisión que más me llamó la atención, no sólo por su tamaño sino también por su calidad. Estoy hablando del televisor Philips Ambilight Cinema 21:9, un aparato bastante impresionante que mantiene las proporciones de la pantalla de cine.
Como veis sobre estas líneas, es una televisión bastante grande, y según nos contó Gonzalo Condés de Philips, medía nada menos que 1,40 metro de ancho, nada menos que 56 pulgadas. La pantalla es LCD y como todas las de la gama Ambilight está retroiluminada por leds que cambian de color acompañando la imagen de la pantalla. Me gusta que, aunque es una televisión con las últimas tecnologías, mantiene la línea clásica de bordes negros y redondeados de otras televisiones y es muy fácil de situar en cualquier tipo de salón. La verdad es que en vivo y en directo, el aparato se ve muy bien incluso con videojuegos (nos la enseñaron probando el nuevo Assasins Creed de Ubisoft).
El equipo de sonido de esta pantalla también es bueno, aunque si al final alguno os decidís a comprarla, ya que estáis lo mejor sería que os comprarais un buen equipo de cine en casa porque tiene muchas posibilidades y es una lástima tener esta televisión sólo para ver telediarios y fútbol (ojo, que no tenemos nada en contra de los telediarios ni del fútbol). No obstante, va equipada para adaptar la imagen a la señal que recibe, así que se ve también la televisión normal.
Por último pero no menos importante, hay que recordar que para sacarle todo el partido a esta impresionante pantalla, habría que conseguir un reproductor de Blu-Ray. Estos son algunos motivos económicos a tener en cuenta antes de lanzaros como locos a asaltar vuestra tienda de electrodomésticos favorita. Veamos otros.
En el plano decorativo, y como bien apuntaban otros bloggers, si compráis esta televisión (que sale por unos 3.900 euros de nada), vais a necesitar un salón bastante grande para poder verla con un ángulo aceptable. Eso conlleva que, además de la tele y del equipo de sonido, tendréis que conseguir que el sofá esté colocado perfectamente en paralelo con la pantalla y preparar la sala para que el sonido sea óptimo.
Nos contaba Gonzalo Condés que este aparato no iba destinado al público en general sino sobre todo a los cinéfilos pero cuanto más la veo más me pregunto a mí misma cuánto me gusta el cine y hasta dónde estoy dispuesta a llegar por ver las películas con buena resolución. Yo ya la tengo en la lista de los Reyes Magos y me estoy portando muy muy bien.
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