Si en junio os explicábamos una idea con mucha clase y estilo, avalada ni más ni menos que por la mismísima Carrie Bradshaw, llenando el cabecero de vuestra cama de muchos cuadros, hoy os traemos justo el extremo contrario. En esta imagen también vemos el cabecero de una cama con múltiples cuadros, que llegan hasta el techo.
Veamos por partes los principales errores que tiene la decoración del dormitorio de la foto para no cometerlos. El primer error que salta a la vista es el color de la pared principal, un burdeos demasiado oscuro para una habitación donde lo que vamos a hacer es dormir. Ese color no invita a la relajación ni a la concentración, sino que es un tono excitante y que en meses calurosos lo único que va a hacer es aumentar la sensación térmica. Como no todo va a ser negativo, apuntamos como buena idea pintar el techo blanco para romper la monotonía y dar más amplitud a la estancia. Otro acierto es poner un edredón nórdico liso encima de la cama cuando tienes una decoración recargada.
El fallo más grande que le veo a la habitación son los miles de cuadros puestos al tuntún desde el límite de la cama hasta el techo. Se nota que no ha habido una planificación previa, ya que estos no siguen ningún patrón. Son simplemente muchos cuadros colocados unos a continuación de los otros y algunos directamente cuelgan del techo.
Ni los marcos ni los motivos siguen un orden, por lo que la estancia da una sensación de caos muy dura a la vista. Este dormitorio no cumpliría su función principal que es que sirva para dormir, ya que en esta habitación no es posible relajarse. De hecho, si pones así tu dormitorio y eres de los que estiran los brazos en la cama por las mañanas (como es mi caso), raro sería el día en que no se te cayera un cuadro encima de la cabeza.
Imagen vía | Made by girl En Decoesfera | Cabeceros
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