A lo mejor alguno de vosotros os quedáis locos leyendo el título de este post, ya que siempre andamos insistiendo en la importancia de la simetría, no sólo a efectos de que la casa tenga un buen Feng Shui, sino también para mantener un orden y una armonía. Hoy quiero haceros reflexionar viendo la fotografía que encabeza este post.
Como veis, las lámparas de las dos mesillas son distintas. Es más, las mismas mesillas son distintas entre sí, no tienen ni siquiera la misma altura ni color y sin embargo el dormitorio guarda una cierta unidad. Esto se ha conseguido manteniendo el mismo tono en las lámparas y unas formas parecidas en las mesillas (en tanto que ambas son cuadradas).
La verdad es que me gusta cómo queda el efecto y cómo el dueño de este dormitorio ha mantenido la simetría con otros elementos como el cuadro sobre el cabecero, a la misma distancia de los dos lados, y poniendo pareadas las almohadas (aunque hay una de ellas que es más oscura que su “pareja”). También destacaría la estupenda elección de colores, y cómo el azul de la pared destaca con el verde de la foto y crea un ambiente muy hippie con el edredón. ¿Quién dijo que había vuelto el minimalismo?
Esta puede ser una buena solución no sólo para los pisos de estudiantes que, para qué negarlo, siempre acaban siendo un poco “patchwork”, con elementos heredados o encontrados en lugares muy dispares, pero también puede ser una solución de consenso si tu pareja no tiene los mismos gustos decorativos que tú y ninguno de los dos cede.
Otro día hablaremos más profundamente de la importancia de la simetría, pero ser asimétrico es divertido en algunas ocasiones, ¿no os parece?
Imagen vía | Desire to inspire
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