Un tercio de nuestras vidas lo pasamos durmiendo, así que todo lo que concierne al dormitorio es fundamental. No son pocos los casos de insomnes que recurren a medicación, o a viejos trucos de la abuela para poder conciliar el sueño. Hoy lo que os propongo es que me acompañéis por una sencilla guía que os ayudará a volar rápidamente a los brazos de Morfeo sin tener que tomar ninguna sustancia, simplemente con la decoración. ¿Os animáis?
En primer lugar, lo más fundamental es crear una atmósfera relajante, que invite a cerrar los ojos. Uno de vuestros aliados más fuertes van a ser los patrones repetidos, que crearán una atmósfera ordenada dentro del caos de la ciudad. Decantaos por rayas, rombos, flores o estampados inspirados en el Op-Art, con un color suave de fondo que haga juego con las paredes. Observad la imagen que hay sobre este post y ved cómo el blanco y el azul de los cuadros de la colcha dan ganas de tirarse en la cama para pensar.
Si queréis imitar el estilo que veis en la foto, os propongo dos opciones que os servirán. En primer lugar, os recomiendo el edredón Hayes, de Zara Home, fabricado en seda y que cuesta 199€. Si vuestro presupuesto es más ajustado, probad con la funda nórdica Fyrklöver de Ikea, que cuesta sólo 4,75 €.
Como todos los detalles cuentan a la hora de crear una atmósfera distendida a la hora de dormir, no descuidéis nada en la habitación. Os invito a colocar sobre el cabecero un cuadro que invite a dormir, ya sea por sus colores pastel o porque la imagen que os recuerda os lleva a unos tiempos que os traen buenos recuerdos, como aquel verano tan romántico o ese cuadro de vuestro pintor favorito. De entre los de Ikea, os recomiendo la serie Pjätteryd, que cuesta sólo 59,95 € y que consiste en varias fotos en blanco y negro, a cual más relajante. Si queréis ser más originales, no dejéis de pasaros por Habitat, donde encontraréis las flores de alambre decorativas para paredes llamadas Fielding, por unos 35€.
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Imágenes vía | Domino y Casa Sugar En Decoesfera | Ideas relajantes