El otoño está a la vuelta de la esquina y con él llega el momento del tan temido cambio de armario. Es hora de guardar las cosas de la playa y de rescatar la ropa de abrigo, algo que a la mayoría de nosotros no nos gusta mucho hacer. Normalmente hacemos cambio de armario un par de veces al año y dedicamos a esa tarea varias horas, incluso días.
Parece razonable que sea este el momento del año en el que se dispara la venta de armarios y de vestidores y por lo tanto es momento de pensar bien y planificar antes de actuar, desde Menamobel proponen una serie de consejos y soluciones innovadoras capaces de duplicar el almacenaje y favorecer el orden en el dormitorio. Vamos a analizarlos...
- En primer lugar, es importante disponer de suficientes baldas y cajoneras. Es fundamental que al margen del colgador para perchas el armario disponga de estanterías y cajones, todo debe tener su propio espacio. Para los más pequeños también hay opciones de almacenaje muy interesantes que combinan cajones con estanterías. Se trata de armarios con varios usos en los que no solo guardan la ropa sino también sus objetos personales como los libros o los juguetes.
- Otro consejo práctico es que los armarios lleguen hasta el techo. Los muebles altos ofrecen más espacio de almacenaje. En la parte superior se pueden colocar de forma organizada las prendas que no son de temporada, de forma que cuando llegue el momento del cambio de armario será tan sencillo como bajar las que están arriba y subir las que están abajo.
Hay que aprovechar los rincones. El armarios rinconera es una solución muy creativa que brinda más posibilidad de almacenaje. Estos armarios, permiten aprovechar cada centímetro de la estancia y se pueden personalizar gracias a combinar distintos módulos. Por ejemplo, uno para la ropa que debe ir colgada, otro con cajones y estanterías, un tercero para abrigos o vestidos largos y un cuarto módulo como librería.
Otra posibilidad interesante es la de convertir el armario en un vestidor. Cambiar un viejo armario por un vestidor es tan sencillo como combinar distintos módulos y dejar el espacio abierto, sin puertas, un sistema que nos ayuda (o nos obliga) a mantener el orden.
- Finalmente, para los que puedan está la opción de transformar una habitación en vestidor. Si tenemos una habitación que no usamos, o que usamos poco, convertirla en vestidor será la solución ideal para oxigenar el dormitorio principal y darle más amplitud mientras llevamos toda la ropa, zapatos y complementos a esa habitación vacía.
Estas son algunas de las claves que propone Ivana González Mena de Menamobel, aunque algunos no podremos poner en práctica la totalidad de ellas, es innegable que son muy acertadas y que podrían ayudarnos mucho en las próximas semanas con el tiempo variable entre estaciones. Básicamente, lo fundamental del cambio de armario es la organización y el saber aprovechar cada centímetro de espacio disponible.
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