Tiene 37 años. Es arquitecta. Se llama Laura González. Y sabe muy bien cómo seducir a los parisinos con su trabajo. Tanto es así, que acaba de ser reconocida como Diseñador del Año de Maison&Objet 2019.
Un reconocimiento que le llega gracias al estilo renovado que plasma en los restaurantes, bares, hoteles, boutiques en los que ha trabajado.
La arquitecta, formada en la Escuela de Arquitectura Paris-Malaquais, tiene al clasicismo y la fantasía como bandera, aplicando estos conceptos en los diseños que ha firmado desde que creara su estudio en el 2008.
Para Laura González, los lugares deben tener alma. Y esta máxima la traslada a bellezas dormidas que ha tenido que reinventar, (como el Alcázar, el Hotel Christine, la cervecería La Lorraine...).
O para empezar a partir de una hoja de papel en blanco e imaginar una nueva historia de la A a la Z como lo hizo en el 86 Champs, en Manko, en Noto, en las boutiques Louboutin de Barcelona y Ámsterdam, o en las de Cartier en Estocolmo, Zúrich o Londres.
Proyectos en los que esta arquitecta mezcla referencias clásicas actualizadas a la luz de una imaginación tan abundante como dominada, apostando por las mezclas de tejidos, estampados, materiales, colores y épocas que conforman su firma.
Para Laura González, los detalles son fundamentales, ya que pretende asegurar que "dondequiera que se asiente el ojo, ocurra algo". Un tropismo de mezclas y emparejamientos que ya se reveló en su primer proyecto, recién salida de la escuela (con tan sólo 26 años).
En esa ocasión “revivió” el Bus Palladium, una meca de las noches parisinas, mezclando nada menos que treinta y cinco tipos de papeles pintados, amueblándolo con objetos de chinés y devolviendo el latón al gusto del día.
Allí nació un estilo que enriquecerá a lo largo de los años con sus múltiples colaboraciones con los mejores artesanos franceses, marmolistas, ebanistas, cristaleros, sopladores de vidrio, especialistas en mosaicos, lacadores, etc.
UN MOBILIARIO A SU IMAGEN
En estos momentos, Laura González está trabajando en un nuevo proyecto precioso: acondicionar una casa señorial en la región francesa de Vexin para convertirla en su showroom o como ella misma dice en "un lugar para vivir".
En ella recibirá a clientes, artesanos, cocineros, periodistas, en su decoración donde mostrará los objetos que está “cazando “-su pasión- y su nueva colección de muebles, sofás, lámparas, mesas...
Los muebles de la "colección" estarán junto a piezas de excepción que realiza mano a mano con artistas artesanos, empezando por un backgammon de ónix y una lámpara de obsidiana ¡Estaremos atentos para conocer el resultado!
Más información | Maison&Object
Fotografias | Roise Tezenas, Yann Deret, Matthieu Salvaing, Didier Delmas, Jerome Galland, Romain Laprade