En ocasiones nos encontramos con espejos sin marco que no nos dicen mucho en un ambiente porque este tipo de elementos tiende a mimetizarse con lo que hay alrededor. Un espejo te amplía el espacio visual de una estancia pero en sí no decora ya que su función es reflejar la decoración existente.
No obstante, hoy quiero animaros a que reflexionéis conmigo sobre si merece o no merece la pena enmarcar los espejos. Yo creo que enmarcar un espejo o elegir un espejo con marco tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En primer lugar, con el marco perdemos superficie reflectante y además añade un quebradero de cabeza a la hora de hacer una elección ya que hay que pensar que el marco combine con el resto de elementos de la estancia.
En cambio, en un ejemplo como el que tenéis sobre estas líneas veis cómo un marco bastante sencillo y que en principio pegaría casi con cualquier ambiente nos da un cambio al cuarto de baño y lo llena de personalidad. Si queréis mi opinión, a la hora de elegir espejos tratadlos como si fueran cuadros. Elegidlos con marco e di cambiándolo si fuera necesario ya que un espejo solo da un poco sensación de ambiente destartalado.
¿A vosotros os gusta más cómo estaba antes o cómo estaba después? Por cierto, en mi opinión los cuernos ahí al lado del lavabo son todo un error. No solo es que no me guste decorar con cuernos de animales es que encima quedan fatal en un cuarto de baño. Eso sí, enmarcar el espejo es un acierto en toda regla.
Imagen vía | Re-Nest En Decoesfera | Un bonito espejo vintage para la entrada o el dormitorio
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