Los que viven en mi círculo más íntimo lo saben bien. Nunca he estado en Nueva York, y a medida que pasan los minutos en el reloj, las ganas de poner mis pies en sus calles son mayores. Llevo meses dando la tabarra y quizá en un tiempo mi intensa labor de zapa tenga su recompensa. De momento, me conformo con lo que me cuentan los que acaban de llegar de allá, con las fotografías que miro y vuelvo a mirar en la red, y con detalles tan simpáticos como Paper New York, una serie de recortables (o esculturas, según se mire) que recrean los edificios más emblemáticos de la ciudad.
El Empire State, el edificio Chrysler, el Flatiron, el Museo Guggenheim y el puente de Brooklyn entre otros, así como un típico puesto callejero de hot dog, forman la pequeña colección. Las plantillas recuerdan a los recortables de nuestra infancia (al menos yo era una adicta) con sus fachadas y sus necesarias solapas, con las que tras unas horas de delicada labor tendremos un skyline de lo más aparente, con el que decorar nuestras casas mientras soñamos con un viaje sorpresa.
En total son veinte las estructuras que nos proponen, más un panel de fondo en el que destaca la silueta de la Estatua de la Libertad. Tanta Gran Manzana me ha abierto el apetito viajero, creo que es un buen momento para volver a la carga en casa, a ver si encuentro voluntarios que me acompañen.
Vía | Issuu En Decoesfera | La última moda en Nueva York es usar la cocina como armario
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