Que nos encante tener una casa recogida es el patrón normal de la mayoría de los adictos a la decoración. En un hogar organizado todo se encuentra con facilidad, la limpieza se hace mucho más viable y las piezas tienen una ubicación directa. Según los objetos que se quieran guardar hay muchas posibilidades y terminaciones. Hoy hemos elegido las cestas de fibra natural, que para los estilos rústicos combinan a la perfección y en ambientes modernos se consigue dar calidez con detalles artesanos. Que sencillo resulta disponer rápidamente de algo cuando se necesita al instante y se tiene localizada su colocación.
Desde la antigüedad las cestas vegetales extraídas de las vellosidades de plantas como el algodón, el lino o el coco entre muchas de sus variedades, han servido para dar cobijo desde alimentos hasta cualquier otro objeto cotidiano. Estos complementos llevan muchos siglos con nosotros, se han utilizado desde el antiguo Egipto pasando por los Celtas hasta llegar a nuestra época actual. La cestería era más propia de lugares cercanos a riveras de ríos, donde crecían los cáñamos y otras plantas flexibles y resistentes.
Su utilidad sigue siendo la misma aunque se ha ampliado el concepto de para ¿Cómo y dónde las podemos emplear en decoración? Con unos trenzados muy elaborados y formas francamente bonitas las cestas de las imágenes coordinan bien en cualquier espacio, privado o público, cestas para ropa, recolección, almacenaje, setas, también utilizadas como jarrones o cubremacetas, baúles de mimbre, cestas para transportar y sobre todo para ordenar objetos que quedan repartidos por la casa en varios lugares, como libros, revistas, y algunos cables que andan danzando de un lado a otro.
Ideas para utilizarlas, por ejemplo, si tenemos revistas o libros incluso rollos de papel de regalo o porta-planos, son perfectas las estrechas y de altura media-alta. Para el salón si el espacio de almacenaje no lo permite, una buena idea es tener una cesta de apoyo para cojines extra y mantas de temporada, se puede jugar con distintos tamaños y formas, rectas, divididas en compartimentos o redondas y con forma de jarrón, algunas con tapas incorporadas para evitar el polvo.
En las habitaciones de los más pequeños funcionan de maravilla para unificar juguetes, una forma fácil y rápida de ordenar para darle una visualidad bella al entorno. Dentro de muebles, ya queden a la vista o no, valen para mantener todo en orden. Si se colocan sobre mesas y estanterías se complementan espacios, éstas quedan de lo más vistosas y originales. Es preferible invertir en una buena fibra y un trenzado elaborado para darle un toque más especial a la decoración interior.
Hay objetos que nunca se sabe dónde situarlos, aquellos que por su tamaño no encuentran un lugar cómodo y sin embargo es útil contemplarlos cerca y a mano. Esto ocurre con los zapatos, rollos de papel higiénico, toallas o los utensilios de maquillaje y perfumería. Quedan geniales, sea cual sea el color de tu baño, un cesto de fibra natural siempre es adecuado. A veces, no es necesario adquirir un mobiliario para almacenar, sencillamente con cestos de fibra vegetales conseguimos la solución perfecta.
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