La nueva colección de Diabla se llama D12 y lleva la firma del arquitecto Marià Castelló. Se trata de un estante, un perchero y una mesa que llaman la atención por su ligereza y es que todo (la forma,el ornamento y la función) se debe a la estructura.
Estas estructuras están compuestas de trazos básicos que directamente cumplen la función del objeto. Y es que son tan elementales que parecen las estructuras de algo: un estante, un perchero o unas mesas. Cuando, sin embargo, en sí mismas ya son ese algo.
A veces se manifiestan como un sinuoso trazo cerrado que orbita, (caso de la base de las mesas). Otras, como un escueto cúmulo de líneas que en un momento dado se encuentran en su trayectoria hacia otras direcciones.
Ideadas por el arquitecto Marià Castelló, son piezas surgidas de elementos diseñados para su propia casa en la isla de Formentera. Una vivienda de carácter minimalista que demandaba unos complementos coherentes con el estilo de sus detalles arquitectónicos, en los que abunda el empleo de recursos lineales, por ejemplo, en el pasamanos o en estructuras divisorias.
Por eso, las diferentes piezas de esta colección están elaboradas con una fina varilla de acero de 12 mm de diámetro, dato técnico que da nombre a la serie.
Por su estética mínima, resulta sorprendente la cantidad de funciones que se puede sacar a algunos de sus elementos. Por ejemplo, a la mesa auxiliar se le puede enganchar un cesto con asas y los percheros se pueden colocar también en ambientes exteriores para colgar toallas. Y es que, además, todos los elementos de la serie D12 se pueden usar tanto en interiores como a la intemperie.
Toda la serie se presenta en una extensa gama de colores –blanco, rosa, rojo, gris claro, antracita, verde oliva, mostaza, azul oscuro, arena y bronce, lo que hace posible que las piezas de D12 se puedan emplear al mismo tiempo como elementos mínimos y etéreos que se mimeticen con el entorno o, todo lo contrario: como un potente acento de color.