Es un pena que haya pasado ya el Día del Padre --hoy es el de Madre, así que felicidades a todas-- porque este detalle para la casa de un alpinista era perfecto para regalárselo al mío, que es muy aficionado a triscar por el monte como las cabras.
Y es que este hipnótico centro de mesa representa uno de los rincones más fascinantes del mundo, casi se podría decir que un lugar de visita obligatoria para todo montañero: el lago Liconi en los Alpes. Un lago de origen glaciar a más de 2.500 metros de altura, muy cerca del Gran Paradiso y el Mont Blanc.
Reproducido por los técnicos de Alessi en una chapa de acero inoxidable, esta bandeja es fruto de la pasión del diseñador Pierfrancesco Cravel por este rincón en medio de la cordillera más alta de Europa, aunque también ha sido producido en colaboración con la administración del Valle de Aosta.
No me cabe duda que cualquier alpinista o aficionado al montañismo apreciaría sumamente tener esta bandeja decorando la mesa de la oficina, el recibidor o una mesa de centro, ya que además de ser una reproducción a escala de tan bello luar, es también un objeto sumamente bello y delicado.
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