Hemos visto en varias ocasiones cómo ahora es tendencia exponer los cuadros colocándolos sobre repisas, ya sea sobre repisas de libros o sobre la chimenea o incluso apoyados en el suelo. Aun estando acostumbrada a esta manera de ver el arte, me ha llamado mucho la atención ver la imagen que encabeza este post, donde los cuadros reposan sobre sillas.
Ojo, no me desagrada la combinación, ya que los cuadros están bien, los marcos no son muy distintos entre sí (excepto el que tiene el marco transparente) y el diseño es similar. Lo que me horroriza es el tenerlos colocados sobre sillas que no son feas, aunque sean distintas.
Se me ocurre que a lo mejor el dueño de esta casa ha pensado que le convenía ocultar así sus butacas ya que no eran de estilos similares. Lo que no parece es que estén ahí esperando a ser colocados en la pared porque esta ya parece vestida con la gran lámina que es casi del tamaño de una de las ventanas que vemos en otro muro.
Aparte de ese detalle, me encanta el estilo de esta estancia, con las paredes, techo y suelos blancos, ya que da más relevancia al resto de la decoración, especialmente a las dos esculturas que vemos al lado de los cuadros.
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