Cuando hay niños pequeños en la casa, su presencia repercute en la decoración y acondicionamiento de todas las estancias, por supuesto el lugar más importante para el niño es su propia habitación, pero en los espacios comunes aunque predominen los muebles y la decoración de los adultos, también se debe incluir algún detalle que haga notar a los niños el espacio como propio.
En el cuarto de baño es bastante sencillo conseguirlo, en el agua los niños a diario suelen pasar un rato jugando y divirtiéndose, por eso además de su gel, su champú o su esponja, muñecos de agua o pelotas de goma, son elementos habituales en el aseo de los más pequeños de la casa, necesitamos un lugar adecuado para colocar todas esas cosas, Bug Pod me ha parecido en ese sentido un accesorio ideal.
Con forma de mariquita, se coloca la base negra en la pared, en ella hay un pequeño estante en el que colocar un par de botes, de los cuernos de la mariquita se puede colgar por ejemplo la esponja y el caparazón rojo desmontable, es como un cesto contenedor en el que guardar los juguetes de agua, fabricado en plástico perfectamente resistente a la humedad este complemento está especialmente diseñado para este uso.
Me ha parecido un accesorio práctico para los adultos, fácil de limpiar, cómodo de utilizar y divertido para los niños, ingenioso en la forma, alegre en los colores, un detalle de lo más sencillo con lo que ambientar el baño para disfrute de los más pequeños, sin influir de forma notable en la decoración y que al mismo tiempo no sólo no estorba sino que es realmente funcional.
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