Los espejos además de servir para que nos miremos en ellos, por su capacidad de reflexión se utilizan también para dar profundidad a las estancias, para incrementar la claridad de una habitación o para multiplicar la visión de objetos, en este sentido una posibilidad es colocarlos frente a una pared decorada para verla desde otro ángulo, visto así puede ser interesante, pero todo depende de cual sea la decoración.
En el caso de la imagen yo creo que ha sido una mala idea, en realidad ya me parece mala idea el haber decorado la pared de enfrente así, con tantas cosas, yo soy de las de… cuanto menos bulto más claridad, prefiero adornar con menos elementos, pero ya de que la pared esté tan recargada si aún encima la reflejamos, a mi modo de ver la cosa ya satura.
Sin embargo si en la pared hubiese un bonito vinilo, un par de cuadros o fotos, tal vez la idea no sería tan mala, muchas veces colocamos adornos, tras el sofá, la cama o la mesa de comedor y en realidad eso hace que desde nuestra posición habitual no los veamos, si colocamos un espejo enfrente, podremos disfrutar de ellos desde más ubicaciones.
Imagen Vía | Alkemie
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