Nunca he sido muy partidaria de las mesas de pared, pero cuando he visto esta de Kenyon Yeh para Menu me ha gustado tanto que me ha asaltado la duda de si merece la pena o no comprar algo así para casa. La mesa de pared Yeh tiene un diseño muy bonito y elegante y puede ser útil en la sala de estar, permitiendo apoyar cosas sobre ella que a su vez deban ir apoyadas en la pared, como un cuadro o un espejo.
Además se puede usar también en el dormitorio donde puede servir a la perfección como mesilla de noche. Es como colocar una mesilla de noche redonda, rompiendo con las formas rectas que suelen caracterizar al dormitorio, pero aprovechando mejor el espacio y conectando mejor con la pared.
El caso es que una mesa así es menos versátil que cualquier otra porque su posición está mucho más limitada. Obligatoriamente la mesa debe ir colocada junto a la pared y eso implica que no podremos usarla, por ejemplo, como refuerzo a la mesa de centro si tenemos invitados y queremos servir un aperitivo en el salón.
Así que por un lado me gusta, pero por otro pienso que es mejor elegir una mesa que no tenga que estar pegada a una pared para poder moverla a cualquier lugar de la casa y no acabo de decidir si una mesa de pared es buena o mala idea, ¿vosotros qué opináis?
Vía | Design Milk
Más información | Design 55, Kenyon Yeh y Menu
En Decoesfera | Ventajas e inconvenientes de las mesas de pared