Me he quedado un tanto anonadada con la nueva propuesta de HERMÈS para el hogar. La firma nos presenta un nuevo territorio olfativo, que se llama Le Parfum de la maison, creado por la perfumista Céline Ellena y el diseñador Guillaume Bardet. La colección consta de cinco perfumes que son cinco ensoñaciones, a las que corresponden cinco historias y cinco colores.
DES PAS SUR LA NEIGE (estopa), TEMPS DE PLUIE (verde celedón), FENÊTRE OUVERTE (azul atolón), CHAMP LIBRE (azufre), À CHEVAL ! (calabaza) son los perfumes que tienen como portadoras tres familias de objetos perfumados: el caballo origami de papel, el guijarro y la vela fanal de cerámica, todas ellas en la imagen sobre estas líneas. Una combinación de arte y perfumes para el hogar que desde luego resulta muy atractiva... pero en mi opinión se les ha ido un poco la mano con los precios.
Para entender el significado de la colección y del precio que os diré al final, debéis saber que: el caballo es un discreto compañero de viaje; al guijarro, como una escultura de bolsillo, le gusta estar en la mesa y la vela fanal, en tres tamaños, juega con el contraste entre lo mate y lo esmaltado. Es decir, materias y olores se asocian a contornos, colores e historias, y dan lugar a esta colección de objetos perfumados, con alma y con razón de ser, como todo lo que produce Hermès.
Para dar una tonalidad particular a este universo creativo, JEAN-CLAUDE ELLENA, perfumista de la casa Hermès desde 2004, ha elegido Céline Ellena, su hija, que ha ideado estos cinco perfumes para Hermès. Cuando creó sus perfumes estableció un estilo y una técnica que regresan a los orígenes artesanales del oficio de perfumista y por eso tenía que encontrar materiales que pudieran dar lugar a objetos bonitos y, al mismo tiempo, liberar el perfume sin traicionarlo. Así fue como se impusieron la cerámica, la cera y el papel.
Pero aquí viene la pega y es que el inconveniente de esta colección, que es una monada y obviamente es más un elemento artístico que algo para simplemente aromatizar el hogar, es el precio. Cuatro caballitos de origami 62 euros, 200 euros el guijarro perfumado y así hasta los 350 euros de la vela fanal en grande. Tal vez si lo interpretamos como algo artístico el precio pueda tener algún sentido, pero como elemento para perfumar el hogar...
Que digo yo que por mucha alma que tengan, los caballitos son de papel y aunque la elaboración sea artesanal y el perfume sea muy bueno, en papel, no creo yo que vaya a durar mucho. La sangre de unicornio que utiliza mi impresora es más barata y desde luego, para perfumar el hogar hay alternativas, tal vez no tan artísticas, pero también muy válidas, a un precio unas diez veces menor.
Así que mi duda es, ¿pagaríais unos 300 euros por una vela aromática?
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