No me cabe la menor duda de que la mayoría de nosotros pasa más tiempo en la cocina de su casa, que en cualquier otra estancia. Incluso tengo una amiga, que rediseñó los planos de su casa de nueva construcción para quitarle unos metros al dormitorio principal en favor de la cocina reciclada, como le gusta llamarla por la cantidad de muebles reciclados que utilizó en su diseño.
Y es que quién no ha soñado alguna vez con esas enormes cocinas de antaño, donde lo mismo se discutía de economía familiar mientras se probaba una salsa, que se contaban cotilleos cuchicheando entre batir de huevos y olores como el del café o un bizcocho horneándose.

Pues esa cocina es la que he encontrado para el post de hoy. Con una mesa robusta con el encanto de lo añejo, unas sillas cómodas con graciosas galletas de rayas, grandes encimeras y todos los aparatos para que hacer una mayonesa o picar la carne de un relleno sea coser y cantar, aunque las malas lenguas dicen que en las cocinas con más aparatos son donde se comen más bocatas.
Una cocina vivida y para vivir. No es una cocina de diseño, es una cocina con sabor a reciclado. La lámpara del techo, la mesa y las sillas, cada cacharro e incluso los estantes con sus ganchos para colgar las tazas, gritan su origen de mercadillo o trastero de los abuelos.

Las neveras estilo años 50 combinan perfectamente con la placa y el horno totalmente nuevos y esa campana de acero oscuro seguida de las lámparas negras dan el toque negativo a una estancia blanca.
Me encantan los tiradores de los muebles y la bonita alacena del fondo. Una cocina donde tirarse a pintar en el suelo, mientras se hace la cena, las grandes tablas de madera, los gigantescos armarios para las vajillas y las cazuelas espero que os resulten tan atractivos como me han parecido a mi.

Una cocina para ser feliz, porque no nos engañemos, la vida del hombre siempre gira alrededor de su estómago.
Imágenes | Mía Anderberg
En Decoesfera | Ártica, la cocina en 3D de Delta Cocinas y Estudiosat
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4 comentarios
bobbye
Da sensación de moho y grasa entre juntas de azulejos solo de verla. Es como decir que lo más chic es dormir en colchón de lana...y el suelo de lamas de madera con juntas abiertas. Faltan las cucarachas
isabim
Yo creo que tiene su punto. Supongo que estamos acostumbrados a ver cocinas impolutas blancas con lineas rectísimas, que la verdad, a mi me encantan, pero no deja de ser una fantasía, la cocina nunca está tan perfecta. A mi me encantan estas imágenes que, aunque planeadas, intentan reflejar el día a día de una familia y recuerdan a cocinas antiguas pero con toques modernos. No me importaría tener una así (aunque necesito una casa más grande!)
Morthylla
Es un diseño muy gringo, la verdad, ese que centra las casas en las cocinas. En ningún lado donde he vivido he conocido a nadie para quien la cocina sea tan importante o tan habitacional, salvo aquí donde vivo ahora, en Gringolandia. Y es un estilo que no me gusta nada. Es posible que sea porque aquí la publicidad siempre muestra a mamá cocinando o limpiando y pensando en sus hijos o su marido, en una de estas grandes cocinas, siempre vestida con pantalones hasta media pierna, zapatitos bajos y una chaqueta de punto que le cubre las caderas y el derriere.
Dicho todo eso, creo que el problema de las cocinas blancas es que solo se mantienen blancas un rato :(, en especial, como dice bobbye, las juntas de los azulejos. Se pueden limpiar, desde luego, pero ¿para qué nos vamos a agregar más trabajo?