¿Tenéis alguno de vosotros intolerancia al huevo? ¿Os apetece un tiramisú, pero os da miedo el huevo crudo con estos calores? ¿Tenéis antojo de tiramisú, pero ni un triste huevo en la nevera? Si habéis contestado que sí a alguna de estas preguntas, entonces esta receta de tarta tiramisú sin huevo es para vosotros y estamos seguros que os va a encantar.
Con una textura bastante parecida a la receta clásica, esta es una tarta muy vistosa y sencilla de hacer, solamente debéis de disponer, si la queréis hacer igual que nosotros, de un aro de pastelería adecuado a la cantidad de mezcla, en nuestro caso de 18 centímetros, aunque por supuesto podéis darle una forma rectangular o incluso montarla en vasitos, de manera más similar a la receta tradicional.
Colocamos el disco de bizcocho pequeño en el centro del aro, empapamos de nuevo con el almíbar y ponemos por encima el resto de la crema de mascarpone, alisamos la superficie con una espátula. Dejamos ocho horas en el congelador, retiramos la tira de acetato de plástico o desmoldamos y después lo pasamos a la nevera para que descongele antes de servirlo.
Justo antes de presentarlo, lo espolvoreamos con cacao en polvo y lo decoramos con unos granos de café.
Rollo de acetato transparente de 10/15/20 cm x 10 m para contorno de tartas, para hacer aros para tartas, mousse, chocolate (10 cm)
Con qué acompañar la tarta tiramisú sin huevo
Aún a riesgo de parecer demasiado evidente, esta tarta de tiramisú sin huevo es perfecta para acompañar un buen café expreso. Al llevar el almíbar de café, no hay ningún sabor que se mezcle sin sentido con este rico tiramisú que con su sabor de mascarpone y chocolate blanco hará las delicias de los más golosos.
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Comenzaremos preparando el bizcocho. Para ello, precalentamos el horno a 180 grados centígrados con calor arriba y abajo. Forramos una bandeja con papel de hornear.
En un bol ponemos la leche y le añadimos el zumo de limón. Lo dejamos reposar durante 15 minutos hasta que veamos que la leche está grumosa ligeramente. reservamos esta mezcla.
Después en un bol añadimos todos los ingredientes, incluida la leche, removemos con unas varillas y echamos la mezcla en unos aros de pastelería de 18 centímetros o incluso si os es más sencillo extendida encima del papel de hornear en la bandeja de horno. Horneamos durante 15 o 20 minutos. Enfriar completamente.
Para el relleno de mascarpone. Ponemos la nata, el azúcar y el agar agar en un cazo y removemos hasta que esté integrado. Calentamos la mezcla y cocemos durante 2 o 3 minutos para activar el agar agar. Volcamos esta mezcla sobre el chocolate blanco y removemos hasta que este se haya derretido e integrado con la crema. Añadimos el queso mascarpone y batimos con una batidora hasta que esté toda la mezcla cremosa.
Para el almíbar de baño. Mezclamos el azúcar con el café fuerte y calentamos hasta que el azúcar se disuelva. Añadimos el licor de café. Reservamos.
Para montar la tarta. Cortamos un disco de bizcocho de 18 centímetro de diámetro y otro de 16 centímetros para meter en el interior de la tarta.
Colocamos en un aro con una tira de acetato plástico alrededor para facilitar el desmoldeado, o bien en un molde desmontable de 18 centímetros de diámetro, el disco de bizcocho más grande de base. Lo pincelamos bien con el almíbar. Echar encima un poco más de la mitad de la crema de mascarpone.