Es muy habitual que algunos vasos y copas terminen absolutamente envejecidos, rayados y opcaos y, por el tiempo que llevan entre nosostros, nos resistamos nostálgicamente a deshacernos de ellos.
Sin embargo, su presencia en nuestros armarios no hace más que afear la imagen conjunta y añadir un ruido innecesario al conjunto, de forma que no lucen ni estos ni dejan lucir al resto.
El vidrio va perjudicándose conforme lo maltratamos en el lavavajillas, lo frotamos con estropajos de forma insistente y lo mezclamos con afilados y puntiagudos cubiertos.
La buena noticia es que no hace falta deshacerse de ellos, sino que un truco nos permite repararlos y conseguir que vuelvan a lucir como si los estrenáramos para no tener que tirarlos.
Tres ingredientes
Este truco, viral en redes, permite devolverles el brillo (evidentemente no como el que tenían el primer día) en pocos minutos y para el que es necesaria sal, agua y bicarbonato de sodio.
Para empezar, hay que poner una cucharada de sal y dos de bicarbonato dentro del vaso previamente llenado con agua caliente. Esta mezcla tiene que reposar unos diez minutos para actuar.
Después, hay que verter la mezcla y lavar el vaso con un estropajo como se haría habitualmente (en versión a mano), y dejarlo secar.
Transcurrido el tiempo de espera, este mix de ingredientes habrá conseguido eliminar las rayas y manchas del vaso acumuladas tras lavados con lesivos detergentes en el lavavajillas.
Foto | Freepik, Andreea Ch/Pexels y Sohel Patel/Pexels.
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