Hace unos días hablábamos sobre las cocinas que aparecen en las películas, creo que las que vemos en algunas series de televisión también merecen comentario.
Hoy quiero repasar la cocina de la mansión de Nora, la matriarca de esta familia, los Walker, que ven tambalearse su estabilidad cuando William muere dejando tras de si un gran secreto. Sus cinco hijos, muy distintos entre si, entran y salen de esta casa intentando entenderse y como no, se reunen habitualmente para comer en familia.
Este es un espacio que tiene gran importancia en la serie, las confidencias de la familia encuentran aquí un marco adecuado para correr de boca en boca.
Una gran barra reune a los hermanos en el desayuno o mientras Nora cocina. Nunca aparece vacía, fuentes de fruta, centros de flores... me gusta especialmente cuando aparece llena de ingredientes y cacharros,debe de ser una delicia contar con tanto espacio para cocinar.
El revestimiento me llama especialmente la atención. Los azulejos brillantes de color crema, dispuestos como si fueran ladrillos, la hacen muy personal.
El fogón, de acero, es profesional. En su enorme superficie se pueden guisar muchos platos a la vez, no olvidemos que de vez en cuando a esta familia le da por hacer fiestas con numerosos invitados.
Sobre el hogar, una gran campana extractora de aspecto industrial y entre ambos, dulcificando el rincón, una colección de botes en tonos crudos y verdes.
Pero la de Nora no es la única cocina que podemos ver en la serie. En el capítulo "Las uvas de la ira", la familia se traslada a la bodega que inauguran Tom y Holly para dar una gran fiesta.
La cocina es escenario de una conversación entre Nora y Holly que se transforma en discusión, para degenerar en una guerra entre las dos mujeres que utilizan como proyectiles espaguetis, tartas, ensaladas... en fin,todo aquello que estaba preparado en la mesa.
Un enorme frigorífico americano descansa entre una estupenda cocina antigua y una chimenea de ladrillo, enmarcado con una tenue iluminación. En las paredes, cuadros con bodegones, sartenes de bronce y un reloj antiguo, nos convencen del marcado estilo rústico de este ambiente.
No recuerdo que fue de la delicada alfombra de lana tras la pelea, pero puedo contaros que Nora y Holly terminaron su lucha embadurnadas, abrazadas y riendo. Como debe ser.
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