He de reconocer que no me imagino una mañana sin café, los cafés me activan y me dan ánimos para comenzar con energía la jornada. También he de reconocer que no suelo hacer mucho caso al diseño de las cafeteras y que lo que me importa es que hagan un café que esté rico, pero lo cierto es que me ha ganado esta cafetera, la Alessi 90018 Neapolitan incluso antes de probar su uso.
Con capacidad para seis tazas, cuentan en Alessi que su diseño se fue fraguando durante años hasta llegar a lo que tenéis sobre estas líneas. A mí me parece un híbrido entre un samovar y una aceitera de las de toda la vida, pero es que no puedo dejar de mirarla. Está fabricada en acero con el mango de nogal de Canaletto, por lo que se supone que os va a durar bastantes años.
Lo malo de esta cafetera es el precio, se sube hasta los 321 euros por lo que, si me preguntáis a mí, yo no la compraría simplemente por hacer bonito en la estantería. Las mokas italianas de toda la vida también hacen muy buen café y, aunque no sean tan vistosas, por lo menos hemos ahorrado dinero suficiente como para comprar café uno año.
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