Phuket es la mayor isla de Tailandia, situada en el mar de Andamán, al oeste de la península de Malasia. Las montañas del sur de Phuket se extienden por 440 kilómetros del istmo de Kra. El punto más alto de la cadena de montañas de Phuket es el Khao Phra Mi, con una altitud de 1138 m, mientras que la mayor altura en la isla en sí, es el Mai Tha Sip Song, cerca del 70% de la isla está cubierta de selvas.
Y en este paraíso se encuentra Villa Amanzi, un lugar de ensueño para pasar unas vacaciones. El proyecto es del estudio Original Vision, que realmente dan sentido a su nombre con diseños como este. El estudio tiene su sede en Hong Kong y una sucursal en el propio Phuket.
Lo primero que llama la atención es que la casa está totalmente a la vista, los enormes ventanales para disfrutar de las excepcionales vistas no dejan lugar a la intimidad, claro que la ubicación de la vivienda hace imposible ser observados, salvo desde el aire, en un helicóptero.
La casa está situada en lo alto de una montaña, casi encastrada en la misma, pero sin el casi, ya que ventanales dejan admirar como los cimientos se meten en las rocas, como un adorno más.
Cerca de la playa, la ciudad y el aeropuerto, este increíble mansión tiene todo lo que uno puede pedir en unas vacaciones de lujo, está diseñada como una exclusiva villa privada de alquiler, ideal para familias o grupos de amigos para escapar juntos en un ambiente elegante y relajado.
Cuenta con seis habitaciones con baño privado y aire acondicionado, TV de 32 pulgadas de pantalla plana y reproductor de DVD, pantalla táctil central de iluminación, conexión inalámbrica a internet gratuita, cortinas y toldos controlados a distancia y mil y un gadgets tecnológicos para que la estancia sea lo más cómoda posible.
En cuanto a la decoración, nada nos hace pensar que estamos en Tailandia. Los materiales utilizados son, sobre todo piedras y mármoles. Lo cual es normal si se tiene en cuenta las altas temperaturas de la zona. Todos los ambientes juegan con tonos neutros, blanco roto, color topo, con pequeñas concesiones al color como en el caso del salón, donde las banquetas están tapizadas en cuero marrón oscuro y los cojines que pueblan los sofás son de seda en tonos caldero.
La cocina con sus aceros relucientes sigue la misma tónica de la casa, materiales fríos y limpios. Grandes baldosas y mucho cristal. No hay abigarramiento en ninguna estancia de la vivienda, se ha buscado deliveramente los espacios abiertos, como una prolongación del espacio que tiene delante, la inmensidad del mar.
También hay tres habitaciones dobles, tres dormitorios de matrimonio y una suite principal, con su propio saloncito. Los textiles son linos y algodones de producción ecológica, colores primarios y paredes desnudas, ya que son las vistas lo que realmente decora cada dormitorio. La concesión al color son los boutís y los almohadones en color azul turquesa, imitando el color del mar que entra por la ventana.
Impresionantes vistas desde la piscina infinita, suspendida en el aire, que tiene 15 metros y que busca la sensación de nadar sobre el mar, cercana a una sucesión de porches, rematados por columnas simples, de techos bajos y panelados de madera autóctona.
El sitio reservado, indudablemente es el cuarto de baño, donde se rompe con la tónica de decoración y materiales, mobiliario y suelos de cálida madera de la zona, color oscuro, conviven con la modernidad de los sanitarios de silestone y venecianas que aseguran la intimidad que se niega a los huéspedes en el resto de la casa.
Incluso una colección de pequeños budas nos dan una pista de que nos encontramos en Phuket, la isla más montañosa de Tailandia.
Reservar una habitación aquí te costará entre € 1.550 y 3.500 euros la noche y la estancia mínima es de 14 noches para la temporada alta y tres noches durante el resto del tiempo. ¿Nos vamos de viaje por Tailandia?
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