Desde que la tendencia del estilo nórdico llegó para quedarse a nuestras vidas, el blanco se ha convertido en el principal protagonista de la decoración en la mayoría de las casas y los demás colores se han quedado con un papel secundario. Y ojo que a mi me encanta el blanco, es fresco, limpio, luminoso, combina bien con todos los materiales y admite todo tipo de complementos, pero también es cierto que los ambientes coloristas me llenan de energía.
Una de las casas que más me gustan de las que están llenas de color es la de las fotos de este artículo, conocida como Rogers House porque fue diseñada por los arquitectos Richard y Su Rogers en el siglo XX a finales de los años 60. Impresiona por los colores, pero también por su arquitectura, como podéis ver en la imagen sobre estas líneas el edificio es de lo más curioso. Pero veamos como son sus ambientes una vez en el interior.
Empezamos nuestro recorrido por el salón que incluye zona de estar y de comedor como podemos ver en la foto sobre estas líneas. Aquí ya se ve claramente cuales son las características principales de los ambientes en esta casa, los colores intensos y los contrastes de formas. Todos los asientos son diferentes y entre los tonos con más relevancia tenemos el verde, varios tonos de rosa, de azul y hacia el otro lado el amarillo
Desde este otro ángulo, también en el salón podemos ver esa amplia zona en color amarillo que es en realidad la cocina. La cocina está integrada en el salón, pero los propios muebles hacen de separadores para proporcionar a cada ambiente una cierta independencia.
Y aquí tenemos el detalle de la cocina integrada en la sala de estar y de un color amarillo intenso. Un tono cálido como el amarillo contrasta con la frialdad del acero de los electrodomésticos. La cocina es algo estrecha pero perfectamente funcional y deja mucho espacio libre para una sala amplia en la que se pasa la mayor parte del tiempo.
Desde dentro del dormitorio, que es desde donde está tomada la foto sobre estas líneas, se puede ver la sala de estar. En realidad casi todo son espacios abiertos y la sala y el dormitorio están separados por un tabique de cristal y el armario de madera que podemos ver en la foto y que proporciona cierta intimidad.
Y aquí tenemos la vista del dormitorio desde el salón. Aunque yo confieso que tanto cristal alrededor de la cama a mi no me convence para vivir, por lo demás la decoración del dormitorio y los colores elegidos me encantan. Aquí si hay algo de blanco y madera natural que lo convierte en un espacio cálido y acogedor y menos peso de los tonos intensos para que resulte un espacio más relajante.
En la casa hay una segunda cocina, además de la amarilla que hemos visto antes, entiendo que asociada a una zona de trabajo que veremos más adelante. La verdad es que casi me gusta más que la otra, esta es más pequeña y recogida y tiene la zona de comedor incluida, pero también es muy acogedora.
El cuarto de baño es muy minimal, aunque tiene sus contrastes de materiales y detalles de color como la tapa del inodoro en rojo, además de complementos de diseño como el toallero radiador, que me encanta.
La casa tiene también una zona de trabajo como antes os comentaba. En realidad es más que eso, se trata de una gran oficina en la que pueden trabajar con comodidad varias personas y en la que los colores intensos siguen siendo los grandes protagonistas. Ya les gustaría a muchos contar con un despacho tan funcional y práctico en el que trabajar con comodidad.
Vía | The Modern House
Más información | RSHP
Fotos | Tim Crocker
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