Qué hacer si un vecino moroso no paga las cuotas de la comunidad: esto es lo que establece la Ley de Propiedad Horizontal

En cualquier comunidad de vecinos, mantener el equilibrio económico es tan importante como cuidar la estética del edificio. Los gastos comunes, que financian desde la limpieza y el mantenimiento de basura y jardines hasta la iluminación de zonas comunes, son fundamentales para preservar tanto la funcionalidad como la armonía visual de nuestro entorno residencial. Pero, ¿qué sucede cuando un propietario deja de cumplir con su obligación de pago?

Esto dice la Ley de Propiedad Horizontal

El artículo 21 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) establece con claridad las medidas que pueden adoptarse frente a los morosos. Esta nueva normativa, aprobada a principios de 2025 en España, no solo obliga a todos los propietarios a contribuir a los gastos comunes, sino que también contempla mecanismos de reclamación judicial y mediación para recuperar las deudas pendientes, incluso cuando estas son menores a 2.000 euros.

Entre las acciones legales que contempla la ley en vigor desde el pasado 3 de abril, se encuentra la posibilidad de restringir el derecho de voto del propietario moroso en las juntas de vecinos. Además, si la deuda persiste, se puede llegar al extremo del embargo de bienes, tanto financieros como inmuebles, con la correspondiente acumulación de intereses por mora.

El proceso comienza siempre de manera formal y transparente. Las decisiones frente a los vecinos morosos se adoptan en la junta de propietarios y deben ser comunicadas al deudor mediante notificación notarial o burofax, garantizando así que quede constancia legal del requerimiento. Solo si el impago persiste, la comunidad puede iniciar las acciones judiciales correspondientes.

Publicar la identidad de los deudores

Asimismo, la ley permite hacer pública la identidad de los deudores y los términos de su deuda dentro de la comunidad, siempre respetando la normativa vigente sobre protección de datos. Este mecanismo, más allá de su efecto persuasivo, busca proteger el bienestar colectivo y asegurar que los espacios comunes sigan siendo lugares seguros y agradables, donde la estética y la funcionalidad convivan sin sobresaltos financieros.

En definitiva, la Ley de Propiedad Horizontal ofrece un marco legal claro que protege tanto los derechos de los propietarios cumplidores como la armonía económica y visual de la comunidad. Mantener al día las cuotas no es solo una obligación legal, sino también un compromiso con la convivencia, el mantenimiento del entorno y, por supuesto, con la belleza de nuestro hogar compartido.

Imagen de portada | Unsplash

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