Hoy os traemos otra de esas casas tan bien decoradas, con tanto encanto y que tanto nos gusta ver. La vivienda está ubicada en Israel y el edificio tiene una forma de lo más sencilla, lo que hace que el interior resulte aún más sorprendente. Tiene dos plantas, la planta baja no está dividida y en ella comparten espacio el salón, el comedor y la cocina.
Ya en la planta superior nos encontramos con los dormitorios y el cuarto de baño. Lo que más llama la atención es que la casa por fuera se ve bastante seria y si no tenemos en cuenta el porche, resulta incluso un tanto mustia y gris, sin embargo el interior está lleno de vida y de color. Un ejemplo más de que para conseguir un espacio agradable no hace falta complicarse, solo hay que tener buen gusto.
Empezamos nuestro recorrido por la planta baja que se comunica con el exterior por varios lugares. Al fondo de la imagen podemos ver la zona de sala de estar decorada en tonos claros y con mobiliario de diseño muy moderno. El tubo a la vista en el techo da un toque industrial al conjunto y el verde flúor en los muebles de la cocina pone la nota más alegre a este lugar.
En esta otra vista de la planta baja podemos ver la cocina y el comedor desde otro ángulo. La superficie es suficientemente amplia como para que junto con el salón puedan compartir espacio, los tres ambientes sin solaparse. El mobiliario elegido es de formas lisas y se ha optado principalmente por muebles bajos, de ese modo el espacio se ve muy ligero y desahogado.
Las paredes y el techo en blanco hacen que el espacio parezca aún más grande y que la luz se proyecte en las zonas sin ventanas para que la casa resulte más clara y luminosa. La madera de las escaleras de un tono muy distinto al del suelo de la planta baja marca la separación de ambientes y tendrá continuidad en la planta superior. El lateral de la escalera en cristal, pasa casi inadvertido y también permite la libre circulación de la luz.
Como decíamos las escaleras nos llevan a la planta superior en la que el ambiente es bastante diferente, el suelo de madera resulta muy cálido y acogedor y tiene un tono suficientemente claro como para que los muebles destaquen en él perfectamente. Además del verde ahora se introducen también otros tonos intensos como el morado o el rojo, unos en las paredes y otros en textiles y mobiliario como veremos a continuación.
El dormitorio es sencillo pero encantador, el tabique rojo que vemos al fondo es que lo separa del baño y un gran ventanal frente a la cama le aporta gran cantidad de luz. Cierto es que a nivel funcional yo echaría de menos alguna mesilla y otros auxiliares, pero como menos es más, estéticamente no se le pueden poner muchas pegas.
Terminamos nuestro recorrido en el cuarto de baño en cuyo mueble de lavabo nos volvemos a encontrar el mismo tono de verde que era protagonista en la cocina. Aquí sí que se ha buscado más la funcionalidad, al fondo vemos dos cabinas una para la ducha y otra para el inodoro y no le falta tampoco la bañera. Cumple la tendencia que da más importancia al baño como espacio de relax y no solo de aseo en las casas de hoy en día.
A mi la casa me ha encantado, yo no soy partidaria de tener demasiadas cosas en casa y este estilo sencillo pero con color me gusta mucho. Aunque es verdad que a la casa le falta un poco de vida, lo único que parece estar medianamente en uso es la cocina, con un par de detalles más en la planta superior resultará una vivienda perfecta.
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