El cantante Ricky Martin estrena casa en Nueva York, más concretamente en el Upper East Side. Aunque su papel del “Che” Guevara en el musical Evita termina este mismo mes en Broadway, el portoriqueño se resiste a abandonar la ciudad de sus sueños y ha adquirido un espectacular apartamento obra del gran Peter Marino.
Peter Marino, el arquitecto de culto de las celebrites, a los dos lados del charco, fue descubierto, nada más y nada menos que por Andy Warhol, que supo ver en aquel joven a una persona con una sensibilidad a flor de piel y capaz de llenar cualquier espacio con una antigüedad o una obra de arte. Esta vez es Ricky Martin quien ha sucumbido ante la obra de Marino.
La espaciosa vivienda consta de cuatro cuartos de baño, cuatro dormitorios e incluso un salón de belleza incluido en una de las habitaciones. El inmueble tiene además de gimnasio y una sala de proyección para los vecinos, sala de recreo infantil y una biblioteca.
Los espaciosos cuartos infantiles eran prioritarios para el cantante, que es padre de dos niños gemelos, y la luminosidad y los colores primarios del cuarto de juegos, con gran capacidad de almacenaje (momento de envidia).
El piso tenía un precio original de seis millones y medio de dólares, que finalmente se han quedado en seis millones, lo que si es alta, claro que dada la cantidad de servicios que ofrece no es de extrañar, son los gastos de comunidad que ascienden a 1.400 euros al mes.
Peter Marino, a pesar de su aspecto de motero, más cercano a los Village People que a los Hamptons, ha demostrado tener un gusto especial en cuanto a decoración. Si nos remontamos en el tiempo veremos que ha sido artífice de viviendas tan exclusivas como la del propio Warhol, Yves Saint Laurent o los Rotchild, con un estilo elegante y sobrio, como podemos observar en la casa de Ricky Martin, donde la importancia la tienen las impresionantes vistas, la alta calidad de los materiales y los detalles ornamentales como lámparas, alfombras o antigüedades y las tapicerías, en colores neutros que dan todo el protagonismo a la ciudad de Nueva York, que se divisa por los ventanales.
Donde se puede ver el lado más trasgresor de Marino es en la decoración que hace en las tiendas de firmas de lujo, como Chanel, Dior, Zegna y últimamente, las tiendas Loewe en España.
Una casa familiar sin estridencias y con un gusto extraordinario de quien lo mismo nos sorprende con las tiendas Loewe, (os recomiendo daros un garbeo y ver lo que Marino ha hecho allí), como viviendas con “alma” como esta para la familia de Ricky Martin.
Vía | New York Post
Imágenes | Street Easy
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