El cierre de locales comerciales a causa de los hábitos de consumo y de la propia pandemia tanto en el centro como en los barrios de muchas ciudades está provocando un cambio en los usos de los bajos, pasando de uso comercial a residencial.
Y pese a que a primera vista, puede parecer que los locales no son el mejor lugar para vivir, lo cierto es que reformas como la de este espacio situado en una planta baja del barrio de Gracia de Barcelona realizado por Coblonal Interiorismo nos demuestran las grandes posibilidades que pueden ofrecer.
La vivienda, situada en una planta baja, únicamente ventila y recibe luz desde las fachadas frontal y trasera. Estos condicionantes, más los propios de la disposición de acometidas, bajantes y elementos estructurales, han supuesto un reto a la hora de pensar la mejor distribución.
La vivienda está llena de contrastes, y ha sido diseñada a medida para una pareja con un bebé a la que le gusta huir de un estilo de vida convencional. De hecho, desde Coblonal Interiorismo han explicado que “Somos conscientes de que esta propuesta no es apta para todos los públicos”.
Durante el proceso de transformación, desde el estudio de interiorismo le han dado la vuelta a un espacio que originariamente era oscuro y desangelado para convertirlo en un espacio singular y acogedor.
Mobiliario para distribuir el espacio
La clave del proyecto es una gran pieza de mobiliario, diseñada a medida por Coblonal Interiorismo, que funciona como el eje central de la vivienda. Es un conjunto de mobiliario a media altura acabado en madera de roble. En su interior se esconden los pilares estructurales del edificio y un pequeño espacio para hacer la colada, además de ofrecer generoso almacenamiento. Además, este conjunto de mobiliario permite dar continuidad visual y estética al conjunto y divide la vivienda en dos grandes zonas: la zona de día y la zona de noche, que quedan conectadas entre sí por un pequeño pasillo.
Una cocina de estilo industrial
Nada más entrar desde la calle, nos encontramos directamente con una cocina en gris y acero inoxidable que sigue el hilo de carácter industrial presente en toda la vivienda. La isla central cuenta con placa de inducción con extracción incorporada y ofrece una amplia superficie para cocinar, grandes cajones para almacenar utensilios de todo tipo y una pequeña vinoteca.
La zona de la cocina se completa con un módulo que incluye el friegaplatos, además de almacenamiento, horno, microondas y una nevera estilo retro de la firma Smeg en color rojo, que contrasta con el acero inoxidable del mobiliario.
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Una gran mesa de comedor polivalente
En el comedor destaca una gran mesa de madera con estructura de hierro negro que, además de albergar las comidas cotidianas y celebraciones, sirve para realizar pequeñas reuniones ya sean de carácter lúdico o laboral, comiendo o trabajando con el ordenador o revisando papeleo. La estantería del módulo central sirve a la vez para almacenar y exhibir la maravillosa colección de piezas curiosas de la familia.
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Una base en bruto en contraste con el mobiliario
El ambiente industrial hace de hilo conductor por toda la casa. Si miramos al techo, descubrimos las vigas traveseras características de la bóveda catalana, reforzadas por un entramado de vigas de hierro que aseguran la estructura del edificio y permiten disfrutar de amplios espacios abiertos, prescindiendo de los tabiques preexistentes.
Dentro de esta estética industrial, desde Coblonal Interiorismo han apostado por dejar los conductos e instalaciones vistas, incluso el aparato del aire acondicionado. En conjunto, con los pilares y paredes de ladrillo visto, los techos ofrecen una base en bruto que contrasta con el acabado de los volúmenes de carpintería y mobiliario, definidos éstos por formas más limpias.
Una zona de estar que se prolonga al exterior
La zona de estar de la vivienda se prolonga hacia el patio, duplicando así este espacio mediante una interacción continua entre ambos espacios gracias a las grandes puertas deslizantes de cristal. En la parte interior de la zona de estar destaca la continuación del módulo de mobiliario central.
Esta vez con una disposición especialmente pensada para albergar el equipamiento audiovisual y la apertura que abre paso a la zona de noche. “El hecho de que el mueble no llegue al techo hace ampliar aún más la percepción de ‘loft’, o dicho de otro modo, de gran espacio único distribuido por el mobiliario” explican desde Coblonal Interiorismo.
En el exterior, se ha sacado el máximo provecho al patio de luces. Dado que la altura de la finca no es muy generosa, el espacio recibe la claridad suficiente para que las plantas puedan sobrevivir en buenas condiciones. Además, como el patio interior es reducido, y que no hay vistas posibles más allá que el interior, se ha generado una percepción de continuidad del estar interior en el exterior.
El patio se caracteriza por mobiliario de materiales de aspecto muy natural y colores que encajan a la perfección con su entorno, donde el punto de contraste lo ofrece el verde de la vegetación. Las bombillas colgantes ofrecen calidez y aspecto festivo al conjunto que transforma este patio interior en un espacio de ambiente verbenero en las noches de verano.
Una bañera exenta en el dormitorio
El patio conecta con la zona de noche y directamente con un gran espacio pensado para desconectar y descansar. Para diseñar el dormitorio principal de la vivienda, desde Coblonal Interiorismo se han inspirado en la suite de un hotel. El dormitorio dispone de un baño que queda en el volumen de mobiliario central y de un generoso vestidor abierto con tres módulos.
La pieza clave de este espacio es la bañera exenta frente al ventanal del patio interior. Al otro lado de la bañera, destacan un par de rincones. Por un lado, una bancada empotrada en la pared de ladrillos vistos que queda iluminada, y que sigue en el exterior. Además, junto al ventanal, se ha diseñado un punto de trabajo singular, aislado de la actividad del resto de la casa, encarado a una gran pieza de cristal que linda con el patio interior.
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Un pasillo reconvertido en biblioteca
Para acabar con el efecto pasillo, desde Coblonal decidieron crear una librería a ambos lados para instalar una variada biblioteca y un conjunto de recuerdos de aquí y de allá.
El segundo baño de la vivienda se emplaza en este paso lleno de libros. Se concreta en un conjunto en el que destacan las baldosas hexagonales con el bordillo marrón de las paredes. Éstas contrastan con el suelo de hormigón en tono gris claro y el mobiliario en madera con el sobre negro.
Un dormitorio infantil multifuncional
En el caso de la habitación infantil, y dado que es suficientemente ancha, desde el estudio de interiorismo han diseñado un espacio que haga las funciones de dormitorio, sala de juegos y que permita en un futuro establecer una zona de estudio.
En este espacio destaca una puerta deslizante porque permite aprovechar al máximo el espacio disponible. El papel pintado con tonalidades petróleo contrasta con el tapizado amarillo de las butacas. El mobiliario, los textiles e incluso los juguetes acaban generando un espacio muy acogedor, que contrasta con las paredes de ladrillo visto.
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Más información | Coblonal Interiorismo
Fotografías: Sandra Rojo
Vídeo: Aguacate y Mango
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