La semana pasada Patch nos hizo una visita guiada a la casa de nuestro lector Gonzalo. De su mano conocimos el salón y el baño, dos espacios enclavados dentro de un apartamento de 60 metros cuadrados en el que prima la comodidad, sin dejar de lado el cuidado por la estética y un gusto por la simplicidad que dan como resultado una casa limpia en la que se respira serenidad por los cuatro costados.
Hoy nos adentramos en la cocina y el dormitorio, donde la mano de Gonzalo se deja ver en su estilo personal, en el que poco hay que sea prescindible. La cocina goza de un gran foco de color, pues sobre el blanco que baña las paredes destaca una encimera de color naranja, combinada con algunos complementos en esta gama de color, contrastando con acierto con tonos tierra, que se dejan sentir en el frente de la cocina, revestido de placas cerámicas, y en las puertas de los muebles.
El resultado es una cocina en una línea muy masculina pero que no deja de lado el color, dando un toque cálido muy favorecedor que nos anima a pasar un buen rato entre pucheros.
Sobre la placa de cocción, una campana metálica está dispuesta para despejar y purificar el ambiente de humos, mientras que la pared se ha dejado libre de armarios, un recurso que aporta amplitud al espacio. Una barra ordena algunos utensilios de uso frecuente, poniéndolos a mano para su uso inmediato. Vemos como el fregadero y la placa de cocción están muy próximas, dejando el resto de la encimera libre para poder preparar los alimentos con comodidad.
No falta un punto de naturaleza, encarnado en las frescas ramas de perejil que no solo adornan la pared, sino que además presumimos se utilizan en algunos guisos.
El dormitorio es sobrio, presidido por el casi único mueble de la habitación: una cama baja con cabecero y pie de madera oscura, cubierta por una colcha rayada. El lecho está encajado entre dos pequeñas mesillas, y enmarcado por una pared en un tono oscuro, que contrasta con los blancos lienzos del resto de la habitación, en un juego muy acertado para un espacio pequeño.
Frente a la cama, vemos un sencillo armario empotrado tras el cual se esconde todo aquello que debe de estar oculto a la vista, mientras que a un lado, un gran espejo de pie se apoya desmayadamente sobre la pared junto a una bola luminosa en blanco. Esta ausencia de muebles superfluos y la disposición de elementos directamente sobre el suelo dan un extra de desenfado a la estancia a la vez que libera visualmente algo de espacio.
Dos colgadores sobre la pared están dispuesto para soportar prendas u objetos de uso frecuente, y un pequeño bambú refresca el ambiente volviendo a traer al interior de esta casa un poco de naturaleza. Sobre el suelo una moqueta verde que nos habla de pies desnudos y un fluir cómodo y mullido.
Esta es la casa de Gonzalo, un hogar en evolución, con gusto por lo práctico y útil, en la que se cocina y se descansa, se recibe y se comparte. Si tú también quieres enseñarnos tu casa, puedes escribirnos a editores(@)decoesfera.com.
En Decoesfera | Enséñanos tu casa
Ver 7 comentarios