Con la llegada del mal tiempo, es el momento de encontrar lugares confortables en los que refugiarse. Lugares que saben a piedra y que huelen a leña, con todo el encanto de antaño, pero con el confort que exigimos en este comienzo del siglo XXI.
Lugares como esta encantadora casa situada a los pies de la Sierra de Gredos, en la provincia de Cáceres. En origen este edificio era un viejo establo abandonado, que cambió de usos, y de aspecto, tras una espectacular reforma realizada por el estudio de arquitectura Ábatón.
Por fuera, mantiene el aspecto de los edificios rurales, con esos muros de piedra, o los vanos con esas grandes puertas de madera que permiten meter en el interior de la casa el paisaje que la rodea, o cerrarlos por la noche o en los días más fríos.
Precisamente, la madera, junto a la piedra, el hierro, el cemento, o el agua, son los grandes protagonistas de esta casa de estilo minimalista e industrial en el que también destacan los muebles de madera que nos hacen recordar el lugar en el que se ubica este edificio.
En su interior, esta luminosa y ecléctica casa se ha construido en torno a un gran espacio central en el que se ubican el salón y la cocina. En torno a él, se distribuyen las habitaciones. La casa cuenta también con un patio en el que hay una fuente, visible desde el interior, de la que brota agua desde una roca, resfrescando el ambiente y proporcionándonos el agradable sonido del agua.
Una casa ideal para pasar el próximo finde viendo llover y leyendo frente al fuego, ¿verdad?
Más información | Ábatón
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