Uno de mis sitios favoritos en el mundo es Punta del Este, en Uruguay. En realidad se encuentra muy cerca de Buenos Aires. Está ubicada sobre una estrecha franja de tierra de menos de 1 km de ancho. Sus playas se dividen en «la Mansa» del lado oeste, y «la Brava» del lado este. El nombre dado a estas playas se debe a que la primera, al dar del lado del Río de la Plata (aunque sus aguas son saladas y verdes) y al estar protegida de los vientos y corrientes procedentes del Océano Atlántico, presenta casi siempre sus aguas tranquilas, mientras que la playa “Brava”, al ser ya oceánica, posee un oleaje bastante más impetuoso, un sitio perfecto para los surferos del mundo.
Casinos, el festival de cine más importante de Hispanoamérica y todo el glamour que suele rodear estos eventos, unido a las fabulosas playas vírgenes y la exuberante naturaleza convierte Punta del Este en un Cannes en la desembocadura del Río de la Plata.
Y este paraíso terrenal es el elegido por el arquitecto argentino Martín Gómez para realizar muchos de sus proyectos. La impresionante casa que os mostramos hoy, está situada en La Boyita. Obsesionado por contextualizar sus obras dentro del paisaje en el cual se encuentra inmerso, Martín Gómez hace de sus obras algo más que simple encargos.
Un complejo proceso en el que se superponen las tareas del arquitecto, diseñador interior, paisajista y el diseñador gráfico. La utilización de los recursos naturales en contacto directo con su entorno y la habilidad de mostrar a lo largo del tiempo un hilo conductor en todos sus proyectos, es su premisa.
Y eso es algo que podemos comprobar en esta casa, estratégicamente situada en primera linea de playa tiene unas espectaculares vistas de la misma. Todos los materiales utilizados para su construcción son autóctonos. La piedra, la pizarra y el cemento, uno de los favoritos de los proyectos de Martín Gómez, unidos a la madera desgastada por el intenso sol que baña las playas del Océano Atlático.
Toda la casa es una continuidad de la naturaleza en la que está construida, los largos porches, el cuidado jardín con sus originales losetas de acceso a la casa, una casa con grandes cristaleras para no perderse nada del maravilloso paisaje y gracias a su ubicación, alejada de miradas indiscretas a pesar de estar totalmente al descubierto.
Desde cualquier estancia de la casa se ve el exterior, incluso metidos en la cama, con un precioso cabecero de piel capitoné a juego con la descalzadora situada a los pies de la cama, pueden disfrutarse de los amaneceres sobre el mar. Los techos son altos, lo que permite jugar con la decoración, la enorme chimenea que ocupa una pared forrada de madera,las largas y estrechas columnas del salón comedor, tan amplio como el resto de la casa, con suelos de piedra pulida, ideales para una casa en la que constantemente se entra desde la playa.
Un sitio maravilloso con una casa que se integra a la perfección en el paisaje, los proyectos de Martín Gómez son un sueño hecho realidad. ¿Conocéis Punta del Este?
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